Es tiempo de hacer un recuento de las tristezas, alegrías y los logros que han dado los Guerreros a la afición de La Laguna.
TORREÓN, COAH.- Tuvieron que pasar dos décadas para que renaciera el ánimo de una ferviente y apasionada afición al futbol, cuando el balompié profesional regresó a la Comarca Lagunera, después que el cuatro de septiembre de 1983 el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) instaló una franquicia en esta plaza.
La gente aún se encontraba dolida por la venta de los “Diablos Blancos” del Torreón, que se convirtieron en “Leones Negros” de la Universidad de Guadalajara (U de G) y de la “Ola Verde” del Laguna, que se transformó en los Coyotes de Ciudad Netzahualcóyotl.
El origen de la llegada de este equipo data de 1982, en que se organizó un torneo nacional entre equipos del IMSS, en el cual resultó triunfador el representativo de la Comarca Lagunera, lo que le valió participar en la Segunda División “B”, Temporada 1983-84, donde inmediatamente consiguió el campeonato para ascender a la Segunda División “A”.
En la temporada 1984-85 el IMSS dejó de patrocinar a los equipos profesionales de futbol, por lo que decidió vender la franquicia recién ascendida a empresarios de la Comarca Lagunera, concretamente a los hermanos Luis y Salvador Necochea.
Dentro de ese grupo de trabajo que inició la aventura en el balompié nacional, se encontraba un joven lerdense emprendedor, quien ahora desempeña la función de vicepresidente deportivo en la organización albiverde, Gustavo de Villa Vázquez, el cual tiene dentro del seno santista, 19 de los 20 años de vida con que cuenta el equipo.
El directivo recuerda que los primeros años fueron difíciles: “Al principio no se tenían canchas de entrenamiento y a veces se batallaba con los uniformes; han desfilado jugadores de todos sabores y colores, algunos muy significativos, que han aportado mucho al equipo al igual que el talento, sacrificio, empeño, disponibilidad y actitud”.
El proyecto del equipo que participaría en la Segunda División, se dio gracias a la iniciativa de Luis y Salvador Necochea, quienes se responsabilizaron por el equipo, y a Juan Abusaid Ríos, que dio todas las facilidades para utilizar el estadio.
Fue entonces como años después, se formalizó una sociedad en la que se encontraban involucrados los hermanos Necochea, los dirigentes de los Tecolotes de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), Grupo Modelo, el ingeniero Eri Amezcua y el licenciado Francisco Dávila; así se logró la franquicia de la Primera División Nacional, con la compra de los Ángeles del Puebla, el equipo se mantuvo de 1988 a 1990.
En 1991 Grupo Modelo compró las acciones del equipo e inmediatamente se hizo cargo de la cuestión administrativa y financiera: “Los dos primeros años fueron de zozobra y paralelamente empezamos el torneo con la cuestión del descenso vía porcentaje”.
El parteaguas
En la temporada 1993-94, se le inyectó al equipo importantes recursos económicos, en donde se logran contrataciones espectaculares, como la de Daniel Guzmán, Héctor Adomaitis, Richard Zambrano, Rubén Martínez y Lizardo Garrido, más los jugadores que ya pertenecían al club, como Antonio Apud y Ramón Ramírez. En esa campaña se llega a la final y se pierde contra los Tecolotes de la Universidad Autónoma de Guadalajara; en ese momento empieza la competitividad del equipo.
De Villa Vázquez fue claro en señalar que a partir de esa fecha se han tenido grandes satisfacciones: “En mi punto de vista se sufre y se disfruta, recuerdo aquel 0-0 en la última jornada frente al Morelia en la que nos salvamos del descenso, para muchas personas de la región fue como ganar un campeonato”.
En los 20 años del equipo, -cinco entre Segunda División “B” y “A” y los quince restantes en el máximo circuito-, se han tenido más satisfacciones que decepciones. Lo más importante es la identidad que ha logrado el equipo con la gente de la Comarca Lagunera, ya que actualmente es considerado símbolo de los laguneros, además de la trascendencia nacional que últimamente ha adquirido.
Gustavo De Villa siente una gran alegría por la labor que realizan: “Además de ser un espectáculo público, es una labor social de esparcimiento y de recreación. Es bonito, ha valido la pena, con el apoyo de Grupo Modelo y continuar con la idea de tener un equipo de futbol profesional, que sea triunfador”.
Está completamente orgulloso del complejo deportivo Santa Rita: “Tenemos unas instalaciones dignas, a las que todavía les falta infraestructura; contamos con lo principal que son dos buenas canchas para entrenar, área de trabajo físico y de entrenamiento de las fuerzas básicas”.
Agrega que después de cuatro lustros, hay bases bien cimentadas: “Son proyectos que se han dado poco a poco. La preocupación primera ha sido solidificar al equipo, hay también una necesidad, como lo es un nuevo estadio, pero Roma no se hizo en un día”.
¿Habrá casa nueva para el homenajeado?
La construcción del nuevo estadio lo ve con muy buenos ojos, aunque no está en manos de la directiva definir dicha situación, porque la cervecería tiene sus prioridades y deben canalizar los recursos en donde más le sea rentable. Indicó que ya se tienen estudios preliminares y proyectos que no se han podido cristalizar porque se tienen que conjugar muchos aspectos.
Sobre el mismo tema platicó de manera entusiasta: “Se asemeja a la idea que se tenía hace más de 20 años en Ciudad Lerdo, acerca de la posibilidad de tener un equipo de futbol profesional en la Primera División y ya se logró, tuvimos el sueño de ser campeones y lo logramos en dos ocasiones, ahora está lo del estadio que ojalá nos toque tenerlo, porque es parte del crecimiento propio de la organización. El estadio es una necesidad, independientemente del aforo que se tenga, está la cuestión de instalaciones para ofrecer comodidad y seguridad a los aficionados, porque es primordial, también debe ser confortable para los jugadores, ya que los vestidores son los mismos de hace más de 30 años, estamos conscientes de ello y sabemos de dichas carencias”.
Hizo hincapié en que el objetivo básico y primordial del equipo, el cual genera una gran responsabilidad con los aficionados, es estar en posición de pelear por un campeonato consistentemente. Porque el futbol nacional últimamente ha sido competitivo, en la que los campeonatos han estado repartidos entre varios equipos.
Tocó el tema de los medios masivos de comunicación: “La prensa aquí le da mucha cobertura y trascendencia al equipo, aunque hay que reconocer que la organización debe dar resultados dentro de la cancha, tales efectos han trascendido y han sido valorados. La función de los medios de comunicación ha sido importante, porque ha logrado transmitir a la gente lo que se hace, deportivamente hablando”.
Señaló que existe un compromiso recíproco con la afición que siempre los apoya: tener un equipo competitivo y protagonista, que dé satisfacciones y se sientan orgullosos de los colores, porque en este mundo, para recibir hay que dar. Fue determinante en mencionar que si no existieran los aficionados no habría equipo de futbol.
Las fuerzas básicas juegan un papel preponderante en el futuro de cada club, y es por eso que se le ha dado la importancia debida al convertirse en el semillero del primer equipo. Participan con escuadras de Segunda y Tercera División, así como las escuelitas de futbol, en las que se hace una labor social, por no tener costo para los alumnos.
Recordando con Gustavo de Villa a grandes personalidades
El vicepresidente deportivo del club Santos Laguna, Gustavo de Villa Vázquez, mencionó a los jugadores que han dejado huella en el club, como Julio César Armendáriz, Pedro Muñoz y José Guadalupe Rubio, quienes pertenecieron mucho tiempo a la organización. Con grandes condiciones se encuentran Antonio Apud, Héctor Adomaitis, Daniel Guzmán y fuera de serie como Ramón Ramírez.
Al mencionar el cuadro ideal, hizo una pausa y recalcó que en gustos se rompen géneros, señaló a un arquero de la época actual, Adrián Martínez; en la lateral derecha, Jorge Rodríguez; en la defensa central Pedro Muñoz en cuanto a entrega; zagueros con técnica individual, habla de un Eligio Torres, Francisco Gabriel de Anda o Wilson Graniolatti; por la pradera izquierda apunta a Joaquín Reyes y Ricardo Wagner de Souza.
Habló de un medio de contención que es considerado un símbolo dentro de la organización santista: “Julio César Armendáriz es un jugador que suplía algunas carencias técnicas con un profesionalismo a prueba de todo. En la línea media puedo incluir a Ramón Ramírez, Antonio Apud y a Héctor Adomaitis”.
De los centros delanteros, especifica al hondureño Juan Flores y Jared Borgetti, además de los extremos naturales como Rodrigo Ruiz y Hugo León: “Por ahí quedan jugadores que tienen muchas cualidades, pero que ya es cuestión de puntos de vista y pudieran pasar horas y días hablando de lo mismo, sin ponerse uno de acuerdo”.
Recalcó que un jugador espectáculo para la tribuna fue Dolmo Flores. Pero no se pueden quedar fuera los laguneros que conformaron el primer equipo de Santos Laguna e iniciaron en la Segunda División, en el cual sobresalía José Luis “Puma” Rodríguez.
Los directores técnicos también han aportado algo, ya que el primer campeón con Santos en la primera época fue Fernando Zamora. El lagunero Carlos Ortiz, en Segunda División tuvo varios logros y en Primera División ostenta el récord de no haber perdido en casa.
“Después llegó Rubén Matturano, que con un equipo muy limitado logró buenos resultados. Alfredo Tena fue el primer técnico que hizo campeón a Santos en su corta historia. Fernando Quirarte dio grandes resultados. Pedro García tiene su mérito al haber llegado a una final. Casi todos han sido mexicanos y han venido a cooperar”.
Respecto a los presidentes hizo una pausa con el licenciado José Miguel Muguerza Juaristi, quien promovió insistentemente que la empresa destinara los suficientes recursos al equipo. También han desempeñado papeles trascendentales personas como Guillermo Cantú, Paco Dávila, Armando Navarro Gascón y Martín Ibarreche Vázquez.
