En días pasados salió publicado un anuncio donde se ofrecen servicios de consejería, espiritistas y de clarividencia, en donde unas personas, supuestamente psicólogos, ofrecen resultados en nueve días, y lo más interesante de esta publicación es que piden que no se les confunda con charlatanes. Además de la publicación, han estado entregando volantes publicitarios en cruceros de la ciudad.
¿A qué viene esto?
Como psicólogo, en ejercicio de mi profesión, con estudios universitarios con título y cédula profesional, siendo además representante de la Sociedad Mexicana de Psicología en la Comarca Lagunera, me percato que estas personas de ser psicólogos rompen con toda norma profesional, puesto que dentro de la ley de profesiones especifica en el capítulo IV, en el Artículo 18º.- Quienes ejerzan una profesión deberán:
1.- Actuar conforme a los principios éticos y requerimientos científicos y técnicos, propios a su profesión:
VII.- Citar en el local donde ofrece sus servicios y en cualquier medio de publicidad que utilice, su grado académico, la institución educativa que se le otorgó, la clave de registro profesional y, en su caso, el colegio al cual pertenece; y
VIII.- Cualquier otra derivada de las leyes o reglamentos aplicables en la materia.
De inicio estas personas incumplen con esta normatividad. Primero, porque dentro del ejercicio profesional de la psicología, enmarcado dentro del código ético del psicólogo que desarrolló la misma Sociedad Mexicana de Psicología no contempla, que la psicología científica lleve prácticas espiritistas y de clarividencia, incluso, demanda que el psicólogo utilice exclusivamente técnicas científicamente comprobadas.
Por otra parte, estas personas, al ostentarse como psicólogos, no mencionan de cuál institución egresaron ni la clave de registro profesional. ¿Serán psicólogos?
El ejercicio de la clarividencia, del espiritismo, de las limpias, de la lectura del tarot y otras cosas, son por mí respetadas, pero no son de mi práctica profesional ni deben ser de ningún psicólogo, puesto que no son con fundamentos profesionales científicos.
Desde esta columna demando y exijo a las autoridades pertinentes, tales como la Secretaría de Educación en el Estado, a través de la dirección de profesiones, a la Secretaría de Salud y Desarrollo Comunitario en el Estado, a través de su departamento de Regulación Sanitaria, a las instituciones de Educación Superior, principalmente a las que cuentan con la carrera de Licenciatura en Psicología, por medio del Consejo Interinstitucional de Educación Superior de La Laguna (CIESLAG) a que tomen cartas en el asunto, a que se investigue y se recurra a las instancias pertinentes para sancionar a estas personas que engañan a la comunidad con falsos títulos o que ejercen con falta de ética profesional.
Dentro del Código Penal del Estado de Coahuila sanciona que quienes ejerzan una profesión sin contar con los estudios y título en la materia.
Soy psicólogo, y a mí y a todos mis colegas dañan este tipo de personas, y sobre todo daña profundamente a las personas que hacen uso del servicio de estos “charlatanes”.
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