POR CRISTAL BARRIENTOS TORRES
EL SIGLO DE TORREÓN
TRADICIÓN / EXISTEN VARIAS VERSIONES SOBRE SU ORIGEN
Aunque en el presente es la invitada a casi todas las celebraciones, no siempre se ha usado con el afán de divertir
TORREÓN, COAH.- Y con el tiempo se perdió el tino. Las versiones sobre el significado de las piñatas durante la época colonizadora son varias: la lucha del bien contra el mal o símbolo de fe, esperanza y caridad. Pero en la actualidad se usan en cualquier celebración: cumpleaños, posadas y otras fiestas populares, con el único fin de divertir.
Pero acabar con la piñata no es fácil. Antes de eso quien lo intente terminará mareado porque además de tener los ojos vendados le darán vueltas hasta hacerle perder la noción del tiempo y el espacio. Y es que se cuelga con un mecate sostenido desde sus dos extremos por personas que la mueven tratando de evitar que la tundan a palos.
Hace tres años Marcela López Linares formó el taller de piñatas en el teatro Isauro Martínez. Asegura que con un poco de engrudo, papel periódico, china o de colores, cualquiera puede elaborarla sin mayor complicación.
La piñata no siempre se usó con el único fin de divertir. Son muchas las interpretaciones acerca de su origen y significado. El más común asegura que representa la lucha que sostiene el hombre valiéndose de la fe, simbolizada por el palo para destruir el maleficio de las pasiones que originalmente tiene siete picos que representan los siete pecados capitales de la religión cristiana: soberbia, lujuria, gula, ira, avaricia, pereza y envidia.
Según Marcela López, durante la época colonizadora, la olla de barro que se pinta de colores, simbolizaba el reino del mal; la fruta que llevaba en el interior eran los deseos ocultos que ofrecía el mal y la persona que se vendaba los ojos para quebrarla representaba la esperanza porque era virtud ciega.
Con el tiempo los siete picos y su significado fueron olvidados para dar paso a las figuras de los héroes de moda: Batman, Superman, Spiderman. También los personajes de las caricaturas: Nemo, El Rey León, entre otros.
Ahora la piñata se usa durante todo el año para cumpleaños y fiestas populares. Su forma depende del gusto del festejado, pueden ser figuras de historietas, películas o programas de televisión. También ha cambiado su elaboración porque tradicionalmente se utilizaba una olla de barro a la que se le pegaban los elementos decorativos y ahora sólo se usa papel y cartón.
También se dice que las piñatas fueron utilizadas por los evangelizadores para mostrar lo que era la tentación (el cántaro adornado bellamente por fuera y con fruta y dulces por dentro); la fuerza de voluntad (el palo) el penitente para obtener las alegrías de la piñata sin caer en el pecado que se le vendaban los ojos, se le giraba en 33 vueltas en recuerdo de los 33 años que vivió Cristo y entonces se le dejaba romper el cántaro y obtener los regalos, los cuales no llegaban sin sacrificio.
Otra versión menciona que los frailes españoles instruían a los indígenas de México en el catecismo, usando piñatas como símbolo de las tres virtudes teologales: la fe porque vamos con los ojos vendados sin otra guía que las voces de arriba, abajo, atrás, que tratan de hacer el mal. La esperanza porque todos miramos al cielo anhelado y esperando el premio. La caridad porque si rompemos la piñata destrozando los vistosos oropeles del pecado, alcanzamos los regalos deseados para compartirlos con los demás.
La piñata se llena con frutas de la temporada: cacahuates, jícamas, naranjas, limas, tejocotes, cañas y en ocasiones dulces.
“Su uso ya no es el original. Ahora la piñata se puede romper en cualquier época del año. Algunas personas sí saben su significado pero la piñata ya se comercializó totalmente”, dice Marcela López.
Y añade: “no se puede decir que son un buen negocio porque son hechas a mano y eso implica imaginación y tiempo, mucha elaboración para darle la figura o forma que quieres. Y ni el precio ni el tiempo justifican ese trabajo”.
México, dice, es un país de artesanos donde todos tienen la posibilidad de crear algo. “Nuestras costumbres no se deben perder, hay que tratar de que no sea así porque los extranjeros que nos visitan se sorprenden del uso de la piñata porque es una tradición mexicana”.