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MÉXICO, DF.- Evangelina Elizondo, mujer que en su juventud cautivara con su belleza a los galanes de la época, tiene una sola misión: dar amor a quienes le rodean.
Licenciada en ciencias religiosas, su voz con tesitura de soprano ligera le valió ser La Cenicienta en el doblaje de Walt Disney y a sus 74 años se mantiene tan activa que lo mismo hace gira teatral, siendo al mismo tiempo la escrupulosa y chapada a la antigua Mamalena de Mirada de Mujer, el Regreso.
Evangelina comparte momentos imborrables en su exitosa carrera de más de cinco décadas.
No habiendo estudiado actuación, ¿cómo entró al cine?
-El amor al canto, inculcado por mi abuela materna Helena Lliera de López, me permitió hacer mis pininos en el Teatro Margo, pero Luna, el coreógrafo del lugar, comenzó a ponerme ciertos bailes para el espectáculo. Pese a la reticencia de mi padre que llegó a decir: ?Una Elizondo en la tablas, ni muerto?, fue quien me respaldó en todo momento presentándome algunos amigos suyos, entre quienes se encontraban Fernando de Fuentes, el padre. Mi debut en cine fue nada menos que con ese portento de comediante, Germán Valdés, en la cinta Las Locuras de Tin Tán.
"Mi paso y mi ascenso por el cine me permitieron tener como director a Alfredo Ripstein, también padre, y como decorador de escenarios, al gran pintor Gunther Gerzo, quien siempre me animó a no dejar la pintura, uno de mis mayores placeres", añadió.
"A lo largo de mi vida siempre he estado rodeada de grandes figuras y talentos, como Plácido Domingo, quien me ayudaba al piano a practicar mis escalas y nos divertíamos con La Viuda Alegre. Otro muy querido amigo fue Anthony Quinn, con quien tuve el placer de trabajar en Paseo por las Nubes, de Alfonso Arau. Cantábamos a dueto en los descansos de la filmación Cuatro Milpas, una de sus canciones favoritas. Muy caballero, siempre me buscaba una silla para que me sentara. Mi manía más grande ha sido la de cantar en cualquier momento, situación y lugar".
¿Por qué nunca aceptó papeles dramáticos y se encaminó, en cambio, por la comedia?
-No me gusta para nada el drama. No quiero dramas en mi vida, lo que siempre he querido es divertir al público, a quien le debo mi carrera y sus aplausos no tengo con qué pagarlos. No estudié actuación, todo fue más bien intuitivo, natural.
Le tocó vivir una época de glamour, con rostros y cuerpos naturales, ¿por qué cree ya no existan artistas de esas características?
-Es cierto: ya no existe el glamour. En el caso de las actrices jóvenes, las que empiezan su carrera, no se cuidan, no se dan su lugar, no respetan al público: se visten de pants, camisetas cortas que dejan ver el ombligo, despeinadas. Aunque vayas al súper debes ir bien arreglada porque tienes una imagen que cuidar. En mi época qué íbamos a salir así por la calle y cuando se trataba de hacer un viaje, en mi caso fui contratada en Broadway para El Príncipe Valiente, nos arreglábamos al detalle.
Después de hacer numerosas películas con grandes comediantes del cine nacional como "Tin Tán", ¿qué significa para usted hacer Mirada de Mujer, el Regreso?
-No debemos menospreciar a la televisión ni al género de las novelas. Tan sólo hay que hacer números: los actores y actrices hacemos 200 horas de tiempo real en pantalla durante seis meses, equivalente a 180 películas de hora y media de duración. Se cuenta con la experiencia y la capacidad para hacer varios capítulos al día, con escenas, la mayoría de las veces, de una sola toma. Eso hay que valorarlo.
¿Qué diferencias hay entre la Mamalena de la primera Mirada de Mujer a la actual?
-En la primera versión era por supuesto más joven, más optimista. La actual es más dura e implacable y es que debemos comprenderla: rodeada de una familia tan tremenda como la que tiene, donde todos se meten con todos, con pérdida de valores entre los nietos, ella, chapada a la antigua, no va a permitir que le vean la cara ni traspasen las normas morales que ella posee. Siempre he creído que Mirada de Mujer debió haber sido una serie, más que telenovela.
¿Evangelina Elizondo coincide en su manera de ver la vida con Mamalena?
-Hay muchas cosas en las que coincido con el personaje. Estoy contra el aborto, las violaciones y las relaciones sexuales prematrimoniales.
En su vida privada, ¿qué la mantiene con ilusión de seguir viviendo?
-El amor a mis hijas, a mis tres nietos y a los dos bisnietos que tengo, aunque se encuentren muy lejos, pues están en Armenia. Como si fuera mi hija me invade la tristeza pues acaba de morir mi perrita, una pastor alemán que me acompañó durante 14 años, pero así es la vida.
Evangelina Elizondo, figura del cine nacional y de las telenovelas mexicanas, se despide recordando que su abuela Jovita la enseñó a rezar "y cuando me adelantaba en las oraciones, se volteaba a verme, y me decía: Acuérdate que Dios te está oyendo?...".
NOTA RELAICONADA
Ya dejará de ?mirar?
Sobre la pronta conclusión de la telenovela Mirada de Mujer el Regreso, Evangelina Elizondo precisó que será a principios de mayo cuando termine esta historia, por lo que entonces empezará a dedicarse de tiempo completo a la ANDA.
De su tarea al frente de esa comisión indicó que "mi tarea es fiscalizar, es como la fiscalización de la nación que todo vaya bien... que los centavos que entran se distribuyan bien y que todo este bien, eso es lo importante de la asociación y también vamos a aportar ideas, a ver si es posible mejorar un poquito, un garbancito poner más, esa es la idea".
Respecto a como mejoraría la ANDA expresó que pediría que no se tarde tanto el papeleo dentro de las diferentes oficinas para cobrar y para pagarles a los actores, porque hay artistas que hacen una tercera o segunda parte que no ganan muchísimo y que sus sueldos están detenidos mucho tiempo".
Por lo que demandó que "esto se tiene que agilizar, no porque yo lo pueda hacer pero voy a sugerirlo... yo no puedo hacer nada que no quiera la asamblea y los demás compañeros?.
