Al menos 39 paramilitares y una mujer murieron durante un masivo ataque de la guerrilla a tres poblaciones del norte de Colombia, que estaban bajo control de los grupos de autodefensas de extrema derecha, informó ayer la Policía Nacional.
Las víctimas integraban un nutrido grupo de paramilitares que se había concentrado en el caserío de Pozo Azul. La mujer fue impactada por balas perdidas que alcanzaron su residencia, informó comandante de la policía del departamento de Bolívar, coronel Jesús Antonio Gómez.
Los guerrilleros también atacaron a Monterrey y Pueblo Nuevo, otras poblaciones vecinas, a unos 300 kilómetros al norte de Bogotá, pero hasta ahora no hay reportes de víctimas.
“Un grupo de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y del ELN (Ejército de Liberación Nacional) atacó con gran contundencia hacia las 2:30 de la madrugada de ayer (martes) a las poblaciones utilizando cilindros de gas con explosivos y quemaron varios vehículos”, dijo Gómez a Radio Caracol.
“En Pozo Azul murieron cuarenta personas: una señora y 39 que pertenecían a los grupos de Autodefensas, cuyos cadáveres fueron llevados hasta la plaza principal de la población de San Blas”, agregó.
Pobladores de Pozo Azul que llegaron en busca de auxilio hasta el municipio de San Pablo, el principal de la región, informaron que entre los guerrilleros también hubo muertos, pero ellos se llevaron los cadáveres.
En el ataque contra los paramilitares concentrados en Pozo Azul, Monterrey y Pueblo Nuevo participaron entre 500 y 700 guerrilleros de las FARC y el ELN que permanecieron alrededor de tres horas en los poblados, después de vencer la resistencia de las autodefensas que fueron tomados por sorpresa, según el reporte de heridos y desplazados.
En los caseríos en donde se registraron los combates no hay policía ni Ejército. El coronel Gómez afirmó que tras la llegada a San Pablo de los heridos civiles, fueron enviadas tropas que asumieron el control, pues los pobladores dijeron temer nuevas incursiones de los guerrilleros que se mantienen replegados en la zona montañosa.
En la región del departamento de Bolívar donde se registró el ataque, que de paso afectó a la población civil, operan todos los grupos armados al margen de la Ley que se financian principalmente del narcotráfico.
Las autodefensas en la zona están representadas por el Bloque Central Bolívar, que mantiene negociaciones con el Gobierno para concretar un proceso de desmovilización.
“Esto hace parte de la guerra entre las Autodefensas y subversivos terroristas que se dedican al cultivo de la hoja de coca”, explicó el director operativo de la Policía Nacional, general Alberto Ruiz.
El ataque de la guerrilla en las tres poblaciones es el mayor que se registra en Colombia durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo, que han transcurrido en relativa calma, gracias al despliegue de miles de policías y soldados que están vigilando las principales carreteras y sitios turísticos para garantizar vacaciones en paz.
