MÉXICO, DF.- La levantadora de pesas Soraya Jiménez, la primera mexicana en ganar una medalla de oro olímpica, anunció ayer sorpresivamente su retiro del deporte, un día antes de la eliminatoria para los Juegos Olímpicos de Atenas.
"Me retiro con una medalla olímpica y con eso me quedo. Me voy tranquila y ansiosa de iniciar otra cosa", dijo Jiménez, medallista en Sidney 2000, a los periodistas.
Jiménez no había conseguido aún su boleto para Atenas debido a una lesión muscular en la pierna derecha y estaba previsto que lo buscara el jueves durante la eliminatoria olímpica en México. La deportista dijo que prefería retirarse por no estar en las mejores condiciones para la competencia olímpica.
Entre sus logros cuenta el haber sido considerada como una de las mejores deportistas del siglo XX tras su éxito en Sidney y haber recibido el Premio Nacional del Deporte en 2000, el máximo galardón deportivo de México.
Sin embargo, la pesista, de 27 años y 1.54 metros de estatura, pasó de la gloria deportiva al descrédito por escándalos de dopaje y falsificación que empañaron su gloria olímpica.
Primero, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la principal universidad pública del país, la acusó de falsificar documentos de la institución que la acreditaban como alumna y que le permitían participar en el Mundial Universitario de Levantamiento de Pesas que se realizó en Turquía.
La UNAM no presentó cargos formales y dio por terminado el asunto una vez que Jiménez reconoció en julio de 2002 la irregularidad y pidió disculpas por su actitud antiética.
No obstante, apenas un mes después, la Federación Mexicana de Halterofilia (FMH) le informó que había dado positivo por haber consumido el antidepresivo Wellbutrin o Bupropión, prohibido por el Comité Olímpico Internacional (COI), durante el Campeonato Panamericano de Venezuela.
En esa competencia, la mexicana ganó dos medallas de oro y una de plata en la categoría de los 58 kilogramos.
El castigo que recibió fue la suspensión de las competencias por medio año, aunque la sanción duró sólo un par de meses debido a que las autoridades deportivas consideraron que la sustancia que consumió no mejoró su rendimiento.
Con su retiro, Jiménez no podrá vestir el novedoso uniforme olímpico mexicano, que consiste en una camisa rosa con vivos en verde y pantaloncillo y medias blancas. En cambio, la deportista dijo que podría retomar sus estudios universitarios en Leyes.
Inversión perdida
El programa Compromiso Integral de México con sus Atletas hizo una inversión de entre un millón y millón y medio de pesos en los últimos tres años en la pesista Soraya Jiménez, informó Rodrigo González, titular del Compromiso Integral de México con sus Atletas (CIMA).
La campeona olímpica en Sydney 2000 anunció ayer su retiro de la actividad de levantamiento de pesas por estar lejos de las marcas para calificar a los Juegos de Atenas 2004.
González Sesma indicó que la inversión en Jiménez Mendívil fue la normal, ya que son los recursos que se le otorgan a los deportistas clasificados o con posibilidades de asistir a la justa helénica.
Por su parte, el titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Nelson Vargas, señaló que ayer martes se enteró de la decisión de la deportista, pero jamás "me imagine que se anunciara al día siguiente en la asamblea del Comité Olímpico Mexicano".
Sobre la determinación de la pesista, dijo que "jamás me voy a molestar con un deportista y más cuando Soraya dio satisfacciones a todos los mexicanos con su medalla de oro en Sidney".
En cuanto a los recursos que se invirtieron en Soraya Jiménez, precisó que "el gobierno federal tiene la obligación de dar el apoyo a los deportistas olímpicos".