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Laguna de relatos | La mirada de Orestes Lorenzo

PRIMITIVO JAVIER GONZÁLEZ MURUATO

EXILIO | EN 1991, EL PILOTO CUBANO ESCAPÓ EN UN AVIÓN RUSO HACIA ESTADOS UNIDOS

EL SIGLO DE TORREÓN

“En Cuba hay una sola cosa: Fidel”

TORREÓN, COAH.- Eran las 5:07 de la mañana del 19 de diciembre de 1992 cuando de un lugar cercano a Miami, salió un solitario piloto cubano rumbo a su país para rescatar a su esposa y dos hijos que ya lo esperaban en un punto acordado. “Si no sabes de mí en una hora 20 minutos, es que me atraparon”, le dijo a un amigo que fue a despedirlo.

A las siete de la mañana, el piloto de nombre Orestes Lorenzo, estaba de vuelta en Estados Unidos, a salvo con su familia después de burlar la defensa antiaérea cubana, que conocía a la perfección, “como la palma de su mano”.

En 1991 Orestes escapó en un avión ruso hacia Estados Unidos, país que luego le concedió las visas humanitarias para su esposa Vicki y sus dos hijos. Después de una campaña internacional fuerte de 19 meses, de testificar ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y ante las reiteradas negativas del presidente cubano Fidel Castro, decidió ir por su familia.

Orestes Lorenzo es el típico hombre producto de la Revolución Cubana, entrenado como piloto de guerra en Rusia, donde vivió varios años que coincidieron con el proceso de la Perestroika, movimiento que le permitió, como él dice, abrir los ojos a la realidad y desear salir de su país para conocer la libertad.

Entrevistado por El Siglo de Torreón, durante la Convención de los Rotarios, a donde asistió para hablar de su experiencia, Orestes dice su verdad y habla de los mitos de la Revolución Cubana.

Cuando Fidel llega al poder (diciembre de 1959), Orestes tiene dos años y es educado en las escuelas de internado del Gobierno, lo que llaman los becados allá en Cuba, crece adoctrinado en forma total. “Soy lo que llaman el nuevo hombre adoctrinado junto con los de mi generación.

“Crecimos diciendo: ‘seremos como el Che’. A nosotros se nos privó de nuestra infancia, nunca tuvimos juguetes, ni Reyes Magos ni Navidades, esas cosas no existieron para nosotros, pero desde muy temprano, a los 11 años, sabíamos cómo armar y desarmar un fusil de combates y disparar con él”.

En las escuelas, cuenta, a las seis de la mañana ya estaban de pie, marchaban en pelotones militares cantando himnos revolucionarios. “Y ese el tipo de adoctrinamiento donde crees de manera ferviente en tus líderes y en tu sistema. Para nosotros el planeta entero era un infierno, salvo Cuba, que era el paraíso”.

Orestes Lorenzo y los de su generación, afirma, fueron la carne de cañón del sistema. Lo enviaron a pelear a Angola, donde muchos de sus mejores amigos murieron.

“Me convierto en piloto de guerra en Rusia. En 1980 regresó a Cuba y en el 86 vuelvo de nueva cuenta como jefe militar a pasar los estudios del Colegio Militar Superior cuando ocurre la Perestroika en Rusia y bajo ese movimiento comienza uno a ver la realidad de la historia, lo que uno ignora, los crímenes de Stalin, las víctimas del comunismo a nivel universal, los presos políticos en Cuba, porque las fuerzas armadas en Cuba no tienen qué ver con la represión. Nosotros vivíamos al margen de eso”.

La Perestroika marcó el cambio de su percepción del mundo. “Empiezas a darte cuenta de manera real a quién defiendes y si existen ciertos principios en tu vida, de sentido del honor, de la sinceridad, de búsqueda de la verdad, llega un momento en que no puedes apoyar ese sistema y las alternativas no son enfrentarte allí, tienes que escapar y es lo que ocurrió”.

De Cuba se pueden decir y se dicen muchas cosas, pero para un hombre que vivió 34 años ahí, es una prisión, un país donde los ciudadanos no pueden salir de forma libre. “La educación y la salud, la verdad que son pésimas, pero si fueran las mejores del mundo de poco servirían, pues te quitan la libertad”.

La primera necesidad del Ser Humano es la libertad, dice. Es el derecho de expresarse, escoger su futuro y lo más triste del cubano es que no tiene protagonismo ninguno en su propia vida.

LA REVOLUCIÓN, UN MITO

Lo de la Revolución de Cuba es una mentira repetida, es un slogan de la Izquierda, considera y afirma que Fidel no es nacionalista ni revolucionario y cuando Orestes habla con gente de Izquierda les dice: “ustedes hablan de un discurso, yo hablo de los hechos del Gobierno cubano y allá los cubanos no pueden ser dueños de nada porque eso significa prosperidad y poder económico; y eso significa independencia política”.

Los verdaderos revolucionarios que hubo en Cuba, asegura, han desaparecido. Camilo era un líder querido por el pueblo y no sobrevivió el primer año, murió en un accidente aéreo. “Oh, qué extraño. El Che, un hombre legítimo, tal vez equivocado, tal vez con razón, pero un hombre honorable que actuaba como pensaba y en Bolivia lo traicionó Fidel, lo dejó solo allá, no le respondió cuando tenía que hacerlo y lo dejó abandonado en la selva para que fuera asesinado, porque necesitaba salir del Che e hizo lo imposible para que se fuera de Cuba”.

CASTRO Y SU SISTEMA

Si Fidel Castro fuera eterno, dice Orestes, el sistema cubano sería eterno porque controla los estómagos de la gente. “Si un campesino quiere sembrar frijol y venderlo por su cuenta, va a la cárcel. Si un zapatero quiere inventar un nuevo tipo de zapatos y los produce para venderlos, va a la cárcel. Ese es el totalitarismo comunista”.

Si alguien quiere un televisor en Cuba, ejemplifica, pero también otros lo necesitan, no son libres de comprarlos porque no hay para todos. “Ahí el Gobierno dice: ‘vamos a ver, Juan... Juan, Manuel, Pepe. Juan faltó a una manifestación, también Manuel. Pepe participó en todas las manifestaciones y en los trabajos comunitarios. Pepe es el que merece el televisor’ ”.

Para Orestes, el sistema socialista cubano nació torcido porque antes de llegar al poder Fidel hablaba de la libertad en todas sus manifestaciones, pero lo primero que hizo fue suprimirlas.

Cuba, advierte, no está lista todavía para la democracia, porque no hay instituciones que vigilen las elecciones. “Para empezar, ¿quién va a contar los votos?, porque en Cuba no hay Poder Ejecutivo, no hay Legislativo, no hay Poder Judicial. En Cuba hay una sola cosa: Fidel”.

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