Nueve pesos diarios por persona reciben derechohabientes que reciben tratamiento fuera de Durango
El Siglo de Durango
Desde hace seis años, Ana María Alvarado tiene que viajar a Torreón para recibir atención médica. Fue trasplantada de un riñón y, por eso, debe ser revisada constantemente. Es derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y en cada uno de sus traslados recibe nueve pesos por parte de la dependencia para sus viáticos.
Cuenta que ese dinero en realidad no le sirve para gran cosa, ni siquiera para pagar el taxi que la lleva de su casa al sanatorio del IMSS.
Y es que en el Hospital General de Zona No. 1 de la dependencia de salud federal, ubicado en la capital del estado, de lunes a viernes sale un autobús que traslada a los pacientes a Torreón y los trae de regreso al municipio de Durango.
Dicho vehículo es rentado por el propio IMSS para darle el servicio de traslado a los derechohabientes que así lo demandan. En ese aspecto, Ana María no tiene objeción alguna. Viaja cómoda y es llevada hasta la puerta del hospital en Torreón. Aunque antes, recuerda, había que llevar cobertores para cubrirse del aire que entraba por el camión; ahora ya tienen un transporte mejor.
Pero el autobús sale a las cinco o seis de la mañana, así que debe madrugar y a esa hora no hay camiones de ruta. Por lo tanto, no queda más opción que pagar un carro de alquiler.
La ciudadana señala que en lo que ha pugnado es por un acompañante. Su estado de salud en la actualidad no es del todo favorable y se marea, a veces a punto de desmayarse. Por eso solicitó que alguien de sus parientes la auxiliara cuando vaya a las consultas foráneas, pero su médico local se lo negó.
Tuvo que pedirle al especialista de Torreón que le firmara un documento que avalara la necesidad de asistir acompañada, sólo así le autorizaron que una persona viajara con ella.
Refugio Román Mendoza también debe dejar su tierra natal para trasladarse a Coahuila. Piensa que nueve pesos y cantidad similar para su acompañante no rinden, pero prefiere no quejarse, ya que, al final de cuentas, de nada sirve.
En Torrén se la pasan todo el día en el hospital, así que debe pagar desayuno y comida. Si existe la necesidad de quedarse otro día para hacerse algunos estudios también debe cubrir el gasto de un hotel. ?Ni modo de ponerse a pelear, si ya son las reglas del IMSS?, expresa.
José Luis Ahuja Navarro, director del Hospital General de Zona No. 1 puntualiza que el pago de viáticos se rige por un reglamento interno de la Institución y que incluye el pasaje del paciente y, en su caso, del acompañante. De modo que el dinero que brindan es tan sólo una ?pequeña ayuda? a los enfermos.
Comenta que en casos específicos el IMSS paga el pasaje en un autobús foráneo, puesto que ellos brindan ese servicio. Refiere como ejemplo que la cita sea muy temprano y la persona se tenga que desplazar a la Comarca Lagunera desde un día antes.
Explica que, por lo general, los hospitales de Torreón y Monterrey son a los que remiten a los enfermos cuyo mal amerita de equipo más sofisticado para su tratamiento o bien del servicio de especialistas que no hay en la entidad. Si la persona decide irse a algún nosocomio en la Ciudad de México pudiendo ser atendido en los dos lugares citados, el IMSS no se hace cargo de sus gastos de traslado.
Asegura que a los pacientes que son enviados a Monterrey se les cubre su gasto de autobús sin problema alguno.
De esta forma, asevera que cumplen con los duranguenses que por cuestiones de salud dejan su hogar para trasladarse al vecino estado del norte.
A empacar maletas
José Luis Ahuja Navarro, director del Hospital General de Zona No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), informa que, en promedio, cada mes envían entre 380 y 400 derechohabientes a Torreón a recibir atención en un sanatorio de tercer nivel.
Declara que, por lo general, envían a pacientes a la Unidad de Trasplante de Órganos. También a los que requieren del servicio de reumatología y oftalmología y a los menores de edad que deben ser tratados por un endocrinólogo.
El funcionario federal asevera que en los últimos cinco años ha disminuido en un 40 por ciento el número de derechohabientes que son enviados a otros hospitales, puesto que han reforzado la planta médica con más subespecialistas.
Asevera que han incrementado su nivel resolutivo de modo que cada vez son menos los pacientes que deben viajar para recibir la atención médica especializada, situación que, en ocasiones, genera molestias y gastos.