Los quistes en los ovarios son comunes en mujeres de todas las edades. Por lo general son benignos y no requieren de un tratamiento específico, a excepción de algunos casos, que se tratarán médicamente o será necesario la extirpación quirúrgica.
El quiste en el ovario consiste en un saco, lleno de líquido o material semi-sólido y puede ser de diferentes tamaños. Por lo general no presentan síntomas, y si los hay, se presentan como dolor, pesadez y en casos extremos, dolor intenso que significa la ruptura del quiste, que es una verdadera emergencia ginecológica que necesita cirugía de inmediato.
El quiste más común es el llamado ?quiste funcional? y se produce en el ciclo menstrual normal. Muchas mujeres desarrollan estos quistes después de la ovulación, pero típicamente desaparecen solos en uno o dos ciclos menstruales.
Otros quistes, son parte de la enfermedad llamada ?ovarios poliquísticos?. Esta enfermedad es parte de un trastorno endocrino (hormonal) que causa numerosos síntomas como irregularidades en el periodo menstrual, infertilidad, acné, exceso de bello (hirsutismo) y quistes múltiples en los ovarios. En estas mujeres, el trastorno hormonal, consiste en el aumento en la producción de andrógenos (hormona masculina que la mujer tiene normalmente en poca cantidad) por los ovarios, pero también hay una serie de trastornos endocrinos que se producen. Es común en estas mujeres la obesidad y la diabetes.
En el tratamiento de los ovarios poliquísticos se toma en cuenta los síntomas que la paciente presenta. Como por ejemplo la infertilidad, que se puede tratar con clomifeno (que estimula a los ovarios para que produzcan óvulos) y tratamientos hormonales que ayuden a balancear el exceso de andrógenos (acné-hirsutismo).
Hay también otros tipos de quistes y todo quiste debe de ser cercanamente evaluado por el ginecólogo, sobre todo en mujeres que están en el periodo de la menopausia, por el riesgo de cáncer de ovario.
Si el quiste es grande y produce muchos síntomas, hay que considerar la posibilidad de removerlo con cirugía. Ésta se hace con laparoscopia, por una pequeña incisión a nivel del ombligo.
SÍNTOMAS
Sangrado uterino anormal (cambio del patrón menstrual normal):
Prolongación del ciclo menstrual.
Reducción del ciclo menstrual.
Ausencia de menstruación.
Menstruación irregular.
Dolor pélvico: constante y sordo.
Dolor durante las relaciones sexuales o dolor pélvico durante el movimiento.
Dolor pélvico poco después del comienzo (inicio) o finalización (cese) de las menstruaciones.
Distensión o hinchazón abdominal.
Siete de cada 100 mujeres pueden padecer de tumores de ovario, y de éstos, 15 van a ser malignos; la malignidad es mucho más probable después de los 50 años de edad, ya que uno de cada 100 mujeres mayor de 50 años pueden padecer de cáncer de ovario.
Por eso es necesario ir con regularidad con su médico para la prevención y detecciones tempranas para un rápido tratamiento y recuperación.