Nosotros DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD Eventos MODA

A L E C O / Las mujeres de mi generación son las mejores. Y punto.

Dr. Raúl Domínguez González

De: Santiago Gamboa, escritor colombiano

Las mujeres de mi generación son las mejores. Y punto.

Hoy tienen cuarenta y pico, incluso cincuenta, y son bellas, muy bellas, pero también serenas, comprensivas, sensatas, y sobre todo, endiabladamente seductoras, esto a pesar de sus incipientes patas de gallo o de esa afectuosa celulitis que capitanea sus muslos, pero que las hace tan humanas, tan reales. Hermosamente reales.

Casi todas, hoy, están casadas o divorciadas, o divorciadas y vueltas a casar, con la idea de no equivocarse en el segundo intento, que a veces es un modo de acercarse al tercero, y al cuarto intento. Qué importa... Otras -aunque pocas- mantienen una pertinaz soltería y la protegen como una ciudad sitiada que, de cualquier modo, cada tanto abre sus puertas a algún visitante.

¡Qué bellas son, por Dios, las mujeres de mi generación! Nacidas bajo la era de Acuario, con el influjo de la música de Los Beatles, de Bob Dylan... Herederas de la ?revolución sexual? de la década del 60 y de las corrientes feministas, que, sin embargo, recibieron pasadas por varios filtros, ellas supieron combinar libertad con coquetería, emancipación con pasión, reivindicación con seducción.

Jamás vieron en el hombre a un enemigo, a pesar de que le cantaron unas cuantas verdades, pues comprendieron que emanciparse era algo más que poner al hombre a abrillantar el baño o a cambiar el rollo de papel higiénico, cuando éste, trágicamente, se acaba, y decidieron pactar para vivir en pareja, esa forma de convivencia que tanto se critica pero que, con el tiempo, resulta ser la única posible, o la mejor, al menos en este mundo y en esta vida.

Son maravillosas y tienen estilo, aún cuando nos hacen sufrir, cuando nos engañan o nos dejan. Usaron faldas hindúes a los 18 años, se cubrieron con suéteres de lana y perdieron su parecido con María, la virgen, en una noche loca de viernes o de sábado, después de bailar.

Se vistieron de luto por la muerte de algún escritor de la época, hablaron con pasión de política y quisieron cambiar el mundo, bebieron ron cubano y aprendieron de memoria las canciones de Juan y de Pablo.

Adoraban la libertad, algo que hoy inculcan a sus hijos, lo que nos hace prever tiempos mejores, y, sobre todo, juraron amarnos para toda la vida, algo que sin duda hicieron algunas, y que hoy siguen haciendo en su hermosa y seductora madurez.

Supieron ser -a pesar de su belleza- reinas bien educadas, poco caprichosas o egoístas, diosas con sangre humana. El tipo de mujer que, cuando le abren la puerta del carro para que suba, se inclina sobre el asiento y, a su vez, abre la de su pareja desde adentro. La que recibe a un amigo que sufre a las cuatro de la mañana, aunque sea su ex novio, porque son maravillosas y tienen estilo, aún cuando nos hacen sufrir, cuando nos engañan o nos dejan, pues su sangre no es tan helada como para no escucharnos en esa necesaria y salvadora última noche, en la que están dispuestas a servirnos el octavo whisky, y a poner, por sexta vez, esa melodía de Santana. Por eso, para los que nacimos entre las décadas del 50, 60 y 70, el día de la mujer y las madres son, en realidad, todos los días del año, cada uno de los días con sus noches y sus amaneceres, que son más bellos, como dice el bolero, cuando estás tú.

¡Qué bellas son, por Dios, las mujeres de mi generación! Y más si son de 40...

A medida que avanzo en edad, valoro las mujeres que tienen cuarenta, más que a cualquiera. Aquí hay algunas razones de por qué.

Una mujer de 40, nunca te va a despertar en la mitad de la noche para preguntarte "¿qué estás pensando?". No le interesa lo que estás pensando.

Si una mujer de 40 no quiere mirar un partido de futbol, ella no da vueltas alrededor tuyo; se pone a hacer algo que ella quiere hacer y que generalmente es algo mucho más interesante.

Una mujer de 40 se conoce lo suficiente como para estar segura de sí misma, de lo que quiere, y de con quién lo quiere; son muy pocas las mujeres de 40 a las que les importa lo que tú pienses de lo que ella hace.

Una mujer de 40, ya tiene cubierta su cuota de relaciones ?importantes? y ?compromisos?. Lo último que quiere en su vida es otro amante posesivo. Las mujeres de 40 están dignificadas. Es muy raro que entren en una competencia de gritos en medio de la ópera, o en medio de un restaurante caro.

Las mujeres de 40, son generalmente generosas en alabanzas. Ellas saben lo que es no ser apreciadas lo suficiente.

Las mujeres de 40 tienen suficiente seguridad en sí mismas como para presentarte a sus amigas. Una mujer más joven puede llegar a ignorar hasta a su mejor amiga.

Las mujeres se vuelven psíquicas a medida que pasa el tiempo. No necesitas confesar tus pecados, ellas siempre lo saben. Son honestas y directas.

Tenemos muchas cosas buenas qué decir de las mujeres de 40 y por múltiples razones.

¡FELICIDADES A TODAS LAS MADRES LAGUNERAS EN SU DIA!

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 211621

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx