México, (Notimex).- Restos funerarios localizados en la población de El Opeño, Michoacán, que han sido fechados en el mil 500 antes de Cristo, podrían confirmar la existencia de un grupo social anterior a la civilización Olmeca, la cual ha sido considerada por los especialistas como la "cultura madre" mesoamericana.
El descubrimiento realizado por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) adquiere importancia debido a que la arquitectura funeraria en que fue encontrado el entierro, podría constituir el origen de las prácticas de culto a la muerte extendidas en toda Mesoamérica.
De acuerdo con información difundida por el propio INAH, los elementos mortuorios localizados (los más antiguos de los que se tiene noticia hasta el momento) se encontraron en 12 tumbas de tiro, las cuales fueron edificadas alrededor de hace tres mil 500 años por un grupo étnico aún desconocido.
El complejo funerario, cuya ubicación data de 1938 y cuyo estudio continúa en proceso bajo la coordinación del especialista Arturo Oliveros Morales, cambiaría además la idea que hasta el momento se tiene de Mesoamérica, como un área geográfica definida por una regionalización y estructura diferente.
El investigador galardonado con uno de los Premios Anuales INAH 2004 refiere que los restos óseos y diversos materiales como cerámica, objetos del mar y jadeíta (localizados en el interior de los entierros a manera de ofrendas), se encuentran actualmente en proceso de análisis.
Estudiado por un grupo interdisciplinario, los resultados que arrojen vendrían a corroborar la presunción de un grupo organizado anterior a la denominada "cultura madre", ante el desarrollo del concepto del arraigo y del culto a los ancestros que logró alcanzar.
Las tumbas localizadas en el municipio de Jacona, donde se encuentra la población de El Opeño, señaló Olivares, fueron constituidas como bóvedas no aisladas, a las cuales se baja por una escalinata que conduce a un acceso, un vestíbulo y una cripta en la que se colocó a los muertos.
Se trata, indicó, "de todo un panteón, que da cuenta además de la ideología de los pueblos antiguos donde el este era el rumbo donde el Sol muere, entonces las tumbas eran construidas con las puertas en dirección al poniente", una caracteristica muy marcada entre las culturas de occidente.
Por esta razón, los especialistas creen que se podría tratar del origen de las prácticas fúnebres desarrolladas por las civilizaciones que se asentaron en las costas del Pacífico y que abarca también las actuales naciones de Guatemala y Perú.