POR RICARDO RUBÍN
EL CARNAVAL DE VENECIA
Estamos en el mes de los carnavales, y en la mayoría de las ciudades se celebran con alegría desbordante, trajes, máscaras, desfiles, fiestas y bailes.
Carnavales famosos son, por tradición y antigüedad, los de Río de Janeiro, Venecia, Nueva Orleáns, Saint Tropez y Veracruz (México).
El más antiguo y elegante de todos, el de mayor brillo es, sin duda alguna, el de Venecia. Este año se celebrará del sábado 18 al jueves 28 de febrero.
Se dice que el carnaval veneciano se remonta al año 1260, cuando se permitía que los isleños tuvieran algunos días de alegría usando máscaras para criticar y ridiculizar a políticos y gente rica.
La celebración se hizo oficial desde 1296, cuando la fiesta se convirtió en días de simple alegría, sin mayores críticas, y con facultades no sólo para usar máscaras, sino trajes vistosos y extravagantes, y se hicieron los primeros desfiles tanto en góndolas, como en la Plaza de San Marcos y en algunos amplios callejones.
En el siglo pasado el carnaval tomó nuevos giros. Una de las celebraciones más gustadas es la llamada Vuelo de la Paloma. Se hacen grandes palomas de papel y cartón, se llenan de flores, y se cuelgan en plazas, calles y jardines. En un determinado momento de la fiesta, se les desprende la parte inferior para que una lluvia de flores caiga sobre los celebrantes.
También, cada año, se escoge un tema central para festejar el carnaval. Así, ha habido carnavales para disfrazarse de los habitantes de los países exóticos que visitó Marco Polo; carnavales en recuerdo de Federico Fellini y los personajes de sus mejores películas; carnavales para disfrazarse de ciudadanos de distintos países europeos y americanos.
Pero lo que más identifica al carnaval de Venecia son las máscaras y los trajes. Las máscaras, de colores brillantes, sorprenden y cautivan por la seriedad de las mismas, sus gestos fijos, fríos y ausentes. Los trajes son caprichosos, con abundancia de olanes, accesorios, largas faldas, hombros abultados.
Venecia tiene en realidad tres carnavales. Uno, dedicado a los niños, que se celebra en el Campo San Polo, al que acuden los pequeños disfrazados de sus personajes favoritos, y donde hay juegos y bocadillos, y al que asisten también adultos vestidos como figuras de los cuentos y las películas infantiles.
El segundo carnaval es especial para los jóvenes. Se celebra en el barrio Rialtina, donde está el legendario Puente Rialto, que se convierte en un salón disco con música roquera de los jóvenes. Por las noches, la fiesta sigue en la estación marítima de San Basilio, con orquestas y ambiente disco.
El tercer carnaval es el de celebración general, al que se calcula asiste un millón de visitantes de todo el mundo. En esta carnaval hay desfiles, bailes en la Plaza San Marcos, y grandes fiestas privadas en los legendarios castillos y residencias de la vieja ciudad, y que son tan exclusivos que sólo se puede asistir con invitación. Por tradición, en el casino Ricotto de San Moisés se inicia el carnaval, donde incluso los croupiers están disfrazados.
Parte importante del carnaval veneciano son los desfiles en góndolas. Estos desfiles compiten con los que se hacen en tierra firme. Los gondoleros, por cierto, visten trajes especiales durante las fiestas carnavalescas.
Paralelos a estas celebraciones hay dos concursos especiales: uno, de fotografía, donde se premia a las mejores fotos del carnaval tomadas por artistas locales o foráneos. Y el otro concurso es el de máscaras, el atuendo más tradicional y permanente del carnaval de Venecia.