Revela encuesta que este guisado es el más típico del país; el 99 por ciento de los mexicanos lo han probado alguna vez en su vida.
EFE
México.- El mole poblano, esa salsa de chocolate que tomó otra dimensión con la llegada de la cocina española, es el plato más típico de México, por encima del pozole y la cochinita pibil, según una encuesta divulgada en la capital mexicana.
Su popularidad es tal que el 99 por ciento de los mexicanos han probado el mole alguna vez en su vida, según un estudio de Consulta Mitofsky elaborado para responder a la inquietud de algunos de sus clientes sobre platos típicos.
El mole (mulli en la lengua indígena náhuatl) tiene origen prehispánico, pero su cuna actual está en el estado central de Puebla -de allí lo de poblano-, donde se disfrutó en los conventos coloniales antes de salir a conquistar el paladar del resto del país.
Para prepararlo se requieren de más de 20 ingredientes, desde varias especies de chiles hasta el chocolate para atemperar el grado de picor, y los mexicanos lo comen con guajolote (pavo) como plato principal en las bodas y los cumpleaños.
El único platillo que puede amenazar la popularidad del mole es el pozole, un caldo de granos de maíz con carne de cerdo que es originario del occidente del país y que, según la encuesta, ha sido saboreado por el 96 por ciento de los mexicanos.
El mole y el pozole son, además, dos de los platos más consumidos en las fiestas navideñas, junto con el pavo.
Aunque el mole se prepara para las Navidades con una planta denominada romerito para condimentar las tortas de camarón.
Este cocido de granos de elote (maíz tierno) se le añade carne de cerdo para darle sabor. Se sirve aderezado con cebolla, lechuga, rábanos, limón, chile y se come con tortillas de maíz que, ya duras, se fríen en aceite o manteca.
En el paladar del mexicano, el tercer lugar en comidas típicas le corresponde por derecho a la cochinita pibil, una carne de cerdo marinada con un condimento obtenido de la planta del achiote, que además le da su característico color rojo.
Tres de cada cuatro mexicanos han comido alguna vez la cochinita píbil, originaria de Yucatán (Caribe mexicano), que se sirve acompañada de chiles habaneros y cebollas cortados en rodajas y una singular agua de horchata.
La lista de los cinco platillos típicos de México la completan dos clásicos de la cultura norteña, la carne machaca (carne seca y deshidratada) que puede prepararse de muchas formas; y el chilorio, una carne desyerbada condimentada con chiles y especias.
El 56 por ciento de los mexicanos ha probado la machaca, originaria de Chihuahua, y un 44 por ciento de ellos ha degustado el chilorio, el plato típico del noroeste, principalmente de Sinaloa, precisó la encuesta, realizada a mil 600 mexicanos en entrevistas directas.
La machaca suele consumirse mucho en el desayuno revuelta con huevo, cebolla, jitomate (tomate) y chile de árbol, acompañada con tortillas de harina, aunque se utiliza también en otros platillos.
El chilorio es una carne desmenuzada, de res o cerdo, condimentada con chiles y especias, y su popularidad se ha extendido gracias a los procesos de envase que permiten que se pueda adquirir en todo el país.