Torreón, Coah.- El ex futbolista profesional Salvador Barba Cortés, anotador del gol que le dio el ascenso a Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) a Primera División, tiene listo su libro ?Futbol, Realidad y Grandes Sueños?, en el cual destaca la importancia de El Salto y Juanacatlán, Jalisco, como semilleros del futbol mexicano durante varias décadas.
Salvador, originario de Juanacatlán, forma parte de una familia numerosa y única en México, en donde cinco hermanos jugaron futbol profesional con diferentes equipos: Javier, Leopoldo, Leonardo, Carlos y Salvador Barba Cortés.
Javier militó en Chivas y Laguna, Leopoldo en el Nacional de Guadalajara, Jabatos de Nuevo León, Veracruz y Tigres, Leonardo en el Jalisco, Torreón y Laguna, Carlos en el Guadalajara, Salvador en Guadalajara, Tecos de la UAG, Irapuato y Tapatío.
Cuenta Salvador en su interesante libro, que el gran escritor mexicano Juan José Arreola (QEPD) dijo en alguna ocasión que Juanacatlán, que proviene del vocablo Xoconostle o Xonocatlán, que significa lugar donde abundan las cebollas, no era tal cosa, sino tierra de buenos futbolistas.
?Fui el quinto hijo y no hay quinto malo, lugar que ocupo en el árbol de mi familia, la cual está formada por tres mujeres y cinco hombres, cuenta mi madre que en mi nacimiento tuvo un parto difícil y que fui recibido por las tiernas manos de la partera de casa, venía de pies y no de cabeza como es común en los alumbramientos naturales?, cuenta Salvador Barba Cortés.
Destaca la importancia del Deportivo Juanacatlán y del Club Deportivo Reforma como dos importantes semilleros del futbol mexicano, el primero de ellos fue fundado el 17 de septiembre de 1917 por Tranquilino Cortés, Cayetano Bricio y Donato Tovar; el segundo data del año de 1934 y lo establecieron Martín Morales, Cayetano Bricio y Manuel Perea Briceño.
Salvador subraya que tanto El Salto como Juanacatlán, Jalisco, han sido durante varias décadas un semillero de grandes figuras del futbol mexicano, que destacaron a nivel nacional e internacional, como Pablo González, el ?Pablotas?, en Chivas, Luis ?Chino? Estrada en León y Cruz Azul, Javier Barba en Chivas, Prudencio ?Pajarito? Cortés en América y Tecos, y Daniel Osorno en Atlas y Monterrey.
De sus hermanos destaca que Leopoldo tenía uno de los remates de cabeza más precisos de las décadas de los años sesentas y setentas, Javier fue el mejor extremo derecho de Chivas en 1963 y uno de los mejores en su posición en México, además de haber sido tres veces campeón con el Guadalajara en la etapa del campeonísimo.
De Leonardo cuenta que fue uno de los goleadores del desaparecido equipo Jalisco, y de su hermano menor Carlos resalta sus facultades como extremo izquierdo natural en el Guadalajara.
Del gol histórico que anotó en la final de Segunda División entre Irapuato y Tecos, contó que el partido se jugó la noche del cinco de julio de 1975 en el Estadio Azteca, y fue en una pared externa con Jesús Plascencia, quien de primera intención le regresó de talón en la esquina derecha del área chica, y después de eludir la barrida del defensa central Rafael Márquez padre (QEPD) quedó solo frente al portero el ?Puk? Rodríguez, ante el cual disparó fuerte y por abajo para anotar el único gol del partido, el cual dio el ascenso a Tecos a Primera División Nacional.
La lectura del libro ?Futbol, Realidad y Grandes Sueños? es obligada, ya que en sus páginas se tiene conocimiento de aspectos importantes del futbol mexicano.