Este linaje es de origen real, como se demuestra por el siguiente dato: Antes de ser Garci Giménez primer rey de Aragón, fue el señor de las nobles casas de Amezcua y Arbárzuza.
Descendiente de este ilustre linaje fue don Diego de Amezcua, cuya hija, Inés de Amezcua, casó en Baeza, con el valiente y noble guerrero Garci Fernández de Navarrete, del esclarecido linaje de los Navarrete.
Ellos fueron los progenitores de la noble rama de los Navarrete. Baste sólo decir que otros caballeros del linaje de los Amezcua estuvieron con los Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel en el sitio y posterior toma de la ciudad de Granada.
El Real Tribunal de Navarra reconoció en 1796 la nobleza de don Francisco Amezcua y la de sus hijos don Francisco, doña Jerónima y doña Isidra, vecinos todos de la villa de Torres; la de don Manuel Amezcua y la de sus hijos don José, don Andrés y don León, vecinos de Losarcos, y la de don José Amezcua y Cortés y la de sus hijos don Antonio y doña Juana, vecinos de Tudela.
Armas: Escudo de gules y cinco castillos de plata: Bordura de este metal y ocho calderas de sable.