Una mujer hispana murió desangrada mientras esperaba en la sala de emergencias de un hospital en donde no le hacían caso y una operadora del servicio 911 se negaba a enviar paramédicos para asistirla.
Edith Isabel Rodríguez, de 43 años, murió de perforación intestinal el 9 de mayo en el Hospital Martin Luther King Jr.-Harbor.
La oficina del médico forense del condado de Los Ángeles determinó que la muerte de Rodríguez fue “accidental”.
Según sus familiares, Rodríguez estuvo sangrando por la boca y retorciéndose del dolor durante 45 minutos mientras estaba en la sala de espera del hospital. Algunos expertos han dicho que probablemente habría sobrevivido si hubiese recibido atención médica antes.
“Es una vergüenza que algunos de los pacientes que han llegado a caer en manos del Martin Luther King Jr.-Harbor hayan terminado como si hubiesen participado en una ruleta rusa”, aseguró indignada la supervisora del condado Gloria Molina.
Las autoridades estatales y locales están investigando ahora la muerte de Rodríguez. Sus familiares dicen que falleció mientras la Policía la sacaba del hospital en una silla de ruedas, bajo arresto por haber violado los términos de su libertad provisional.
REMUEVEN AL DIRECTOR
El pasado martes, mientras sus familiares le rendían honores en una ceremonia religiosa, el Departamento de Salud de California revelaba que el director del hospital fue removido de su cargo, mientras casi la mitad del personal auxiliar del nosocomio era valorado para decidir si está capacitado para evitar una nueva muerte por negligencia.
Edith Isabel llegó a la sección de urgencias del hospital aquejada de un fuerte dolor abdominal. Al ser reconocida por una de las enfermeras, ésta le dijo: “Ya es la tercera vez que vienes y ya te hemos dado medicina. Ya no podemos hacer nada por ti”.
Acto seguido, sus familiares trataron de llamar al teléfono de emergencia 911 para denunciar la indiferencia de las enfermeras y solicitar ayuda.
En las grabaciones de dos llamadas hechas al número 911 ese día, obtenidas primero por el diario Los Ángeles Times, las personas que acompañaron a Rodríguez suplican ayuda a la Policía ante la falta de respuesta del personal del hospital y los operadores les dicen que deben resolver el asunto con los empleados del hospital.
La situación empeoró cuando un policía, que acudió al llamado del hospital para librarse de una paciente latosa, se percató que Edith Isabel tenía una orden de arresto pendiente por una violación de libertad condicional. En el forcejeo, la mujer murió.
