Para Anthony Pedroza es un gusto defender los colores de México en cualquier torneo internacional de basquetbol. (Jam Media)
El adolescente que jugaba futbol soccer en las calles de Agua Prieta, Sonora, recibió un llamado de la sangre. Un llamado que Anthony Pedroza no pudo ignorar y que lo llevó a la Selección Nacional... de basquetbol.
Hijo de Lafayette Lever, jugador de la NBA durante 11 años, Pedroza no pudo ignorar los genes. Menos de uno de tres en la historia en promediar un triple doble en play offs. “Yo tengo su sangre para jugar basquetbol, antes jugaba futbol cuando estaba en México con mi familia, con mi abuelo", señaló orgulloso.
"Ahí están los genes. Cuando yo estaba en la prepa, todos los días quería jugar basquetbol, y aquí estoy, con la Selección". Y en una situación privilegiada, pues son pocos los que pueden recibir el consejo paternal de una figura que fue a dos Juegos de Estrellas y es considerado una leyenda con los Nuggets de Denver. "Que juegue más defensa. Mi papá fue un jugador que promedió un triple doble en los play offs y es bien difícil hacer algo así, pero él me dice que si estás atlético tienes que hacer de todo", dijo orgulloso con un marcado acento estadounidense.
"Me enseña todo. Cada domingo ahí estamos en el gimnasio después de desayunar y a tirar y a enseñar cosas. Y mi papá tiene muchos amigos que antes jugaban en la NBA y jugamos juntos". Obviamente, Pedroza quisiera alcanzar esas alturas, pero sus tres juegos de experiencia con los Soles de Phoenix en 2005-06, están muy lejos de lo hecho por Fat. Pero su actuación en el torneo preolímpico, donde fue el tercer mejor anotador mexicano, incluyendo una actuación de 19 puntos ante Estados Unidos pudieran acercarlo un poco más a su meta.
"Mi carrera ahorita, soy un jugador 14 ó 15 en NBA, pero sé que si sigo jugando contra buenos jugadores puedo subir más mi nivel de juego", comentó. Pedroza señaló que de alcanzar su sueño, lo haría para seguir representando a México, aunque no por eso abandona la parte de su herencia que lo llevó a las duelas.
"Porque si nosotros salimos a otras partes del mundo lo haremos para representar a México con la misma intensidad que con la Selección", comentó sonriente. "Mi mamá es de México y yo tengo sangre mexicana, entonces es parte de mi vida. La otra parte es de Estados Unidos, tengo amor para los dos". Pero el futbol soccer ya no está en su corazón, sólo en su memoria.