Elementos del Ejército acordonan la zona donde explotaron gasoductos de Pemex de 30 pulgadas, debido a un presunto atentado. (Fotografías de El Universal)
Encuentran mensaje del Ejército Popular Revolucionario en un ducto de la paraestatal.
Luego de los ataques perpetrados en contra de ductos de Pemex, autoridades federales encontraron un mensaje del Ejército Popular Revolucionario (EPR) en un ducto de la paraestatal, al cual estaba adherido un explosivo que no estalló.
Pegado a un ducto blanco de Petróleos Mexicanos (Pemex), las autoridades encontraron un artefacto explosivo. En el mismo cuerpo del tubo se encontraba una inscripción con letras rojas que decía: “PDPR-EPR, vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
El artefacto explosivo, que fue localizado en un ducto ubicado en la Válvula de seccionamiento del gasoducto de 48 pulgadas de gas natural de Cactus-San Fernando, a la altura del municipio La Antigua, Veracruz.
Por otra parte, tropas del 63 batallón de infantería encontraron salchichas sin activar en las inmediaciones de los ductos de Pemex que explotaron la madrugada de ayer en la estación de seccionamiento localizada a la entrada del municipio de Maltrata, Veracruz.
Lo militares pertenecientes a la 25 zona militar con sede en Puebla, acordonaron un área de 4 kilómetros donde reventó un oleoducto, un gasoducto y un poliducto, y en las inmediaciones hallaron excavaciones bajo las tuberías muy similares a las que se encontraron en Guanajuato y Querétaro donde hace unos meses se registraron explosiones similares, las cuales días después se adjudicó el EPR.
Hace dos meses el EPR reivindicó ataques a ductos de Pemex en Querétaro y Guanajuato, como parte de una estrategia para exigir la presentación de dos de sus dirigentes, Edmundo Reyes Amaya y Raymundo Rivera Bravo o Gabriel Alberto Cruz Sánchez, presuntamente detenidos en Oaxaca el 25 de mayo y posteriormente desaparecidos.
En el comunicado en el que se atribuyeron las explosiones de julio, el EPR advirtió que “las acciones de hostigamiento no pararán hasta que sean presentados con vida nuestros compañeros”.
Hasta el cierre de esta edición nadie se había atribuido los ataques a los ductos de Pemex en Veracruz.
Las explosiones
La detonación que se registró alrededor de las 02:00 de la mañana provocó un fuerte incendio con llamas que iluminaron hasta el amanecer las poblaciones de Maltrata, La Balastrera, Nogales y Ciudad Mendoza, localizadas alrededor del sitio donde Pemex divide los combustibles provenientes de la refinería de Nuevo Teapa, Veracruz, para distribuirlos a la zona del altiplano hacia dos plantas ubicadas en Tula, Hidalgo y Azcapotzalco en el DF.
Maltrata, población ubicada en la región montañosa conocida como Cumbres, que es una prolongación de la Sierra Madre Oriental, fue evacuada en su totalidad, al igual que cuatro colonias de Mendoza donde los alrededor de 600 habitantes fueron resguardados en el salón de baile Venus Rey y en la presidencia municipal de esta localidad.
A poco más de 80 kilómetros de Maltrata, rumbo al centro del estado, otra estación de Pemex ubicada en el poblado de Omealca, comunidad localizada al pie de la sierra de Zongolica, registró a la misma hora de la madrugada por lo menos cinco explosiones durante un lapso de 20 minutos.
En este sitio las llamas alcanzaron, según los pobladores, alturas de alrededor de 80 metros, visibles desde varios puntos distantes como la ciudad de Córdoba. En esta zona se localiza la mayor estación de Pemex donde se distribuye gas, petróleo y gasolina para Oaxaca y Puebla, por lo que la conflagración de tan alta densidad de combustible espantó a los pobladores de varias comunidades cercanas y los obligó a abandonar sus hogares.
En esa comunidad se reportó la muerte por infarto de dos ancianas -Zenaida Mendoza, de 75 años y Esperanza Cárdenas de 77.
En esta área donde se mantenía activo el incendio hasta ayer por la tarde, no se hallaron pintas ni rastros de explosivos, de acuerdo con militares pertenecientes al batallón 83 de infantería con sede en Veracruz, quienes acordonaron el sitio.
Evacuan a pobladores
Autoridades locales informaron que los ataques a los ductos de Pemex obligaron a evacuar a unas 21 mil personas en diversos puntos del estado de Veracruz.
La explosión de dos ductos de Pemex en esta región -uno en Maltrata y otro en El Infiernillo- provocó el desalojo de cerca de mil 500 personas ante el riesgo de que los incendios se propagaran o de intoxicaciones por el derrame de combustible.
En esta zona el estallido de los ductos se dio en punto de las 02:00 de la mañana, de acuerdo con información del director municipal de Protección Civil, Jesús Mendoza Merino, quien indicó que el principal daño que se provocó fue a la ecología, luego que durante cerca de cinco horas corrió combustible por el río Chiquito.
Señaló que las detonaciones en esta región fueron estratégicas, pues una se dio en El Infiernillo -aledaño a la comunidad de Cecilio Terán-, por donde atraviesan tres líneas de la paraestatal, mientras otra, que hasta anoche continuaba viva, fue en Maltrata -o La Balastrera-, donde se tienen instaladas válvulas.
En el caso específico de La Balastrera, la detonación provocó que los habitantes de Maltrata quedaran incomunicados por vía terrestre; no obstante, se les mantuvo informados de la situación a través de radiocomunicación. Un grupo de 500 personas estuvo albergado en la presidencia municipal.
Por la tarde la Procuraduría General de la República (PGR) atrajo las investigaciones en torno a las explosiones que se registraron en los ductos de Pemex, ubicados en municipios de Veracruz.
La Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) comisionó a un grupo especial de agentes y de peritos para que se hagan cargo de las investigaciones y verifiquen si el mecanismo y los explosivos que se utilizaron son similares a los que se emplearon en los atentados en Guanajuato y Querétaro, de los cuales el EPR confirmó su autoría.
Aunque se presume que las explosiones son obra del EPR, la PGR prefirió esperar para corroborar si realmente se le pueden atribuir a este grupo armado.
Repudia Calderón actos violentos
El presidente de México, Felipe Calderón, repudió y condenó los actos delictivos en los ductos de Pemex en Veracruz e hizo un llamado a los representantes de los diversos Poderes para unir fuerzas y condenar estos acontecimientos.
En un mensaje que ofreció a los medios de comunicación, advirtió que su Gobierno actuará enérgicamente contra los responsables y no descansará hasta que haya justicia. Informó que ya giró instrucciones a los miembros de su Gabinete de Seguridad para que tomen las medidas necesarias.
En uno de los salones del hotel donde se hospeda durante su estancia en la capital de India, explicó que quienes atentan contra la seguridad de los mexicanos, bajo cualquier pretexto, atentan contra la democracia y contra México.
Durante el mensaje -emitido con carácter de urgencia y que duró unos cinco minutos- indicó que las instalaciones de Pemex son del pueblo de México, y quien atenta contra la ley y las instituciones y el patrimonio dañan severamente a los mexicanos y particularmente a quienes más necesitan.
Insistió en su condena a los hechos perpetrados en las instalaciones de Pemex en Veracruz, y convocó a los mexicanos a condenar también esos actos criminales sin titubeos y a condenar todo acto de violencia.
Maltrata, Veracruz ‘Fue como si el cielo ardiera’
"Fue como si el cielo ardiera". Así, con esa sola frase, Ofelia Ramírez describe la impresión que sufrió al darse cuenta del estallido de un ducto de Pemex en la entrada al municipio de Maltrata.
A sus 80 años repite constantemente que a eso de las 4 de la mañana "se oyó el tronidazo y comenzamos a correr para arriba, porque empezamos a oir cómo ardía el monte, y luego al ver la flamada mejor nos fuimos".
Vecina de la comunidad de Salinas -antes La Estancia- la mujer mira a lo lejos la columna de humo negro que a ratos se ilumina con las flamas que reavivan las rachas de aire y recuerda que no es la primera vez que le toca una explosión de este tipo.
Hace 40 años, dice, en el cerro del Borrego, en Orizaba, también le tocó ver cómo estalló un ducto de la paraestatal, pero sin que se tuvieran mayores consecuencias.
Para Dorotea Cortés y su familia el susto les obligó a salir de su casa y cuando intentaron regresar a ella, personal del Sistema Municipal de Protección Civil ya no se los permitió.
"Estábamos durmiendo y de pronto oímos las sirenas de las patrullas, le hablé a mi esposo y le dije que algo estaba pasando, salimos a la calle y nos dimos cuenta de que estaba el incendio y corrimos pa’l cerro", relata la mujer que junto con su esposo, su hija, un nieto y su yerno tuvieron que irse a un albergue de Ciudad Mendoza.
"Nos espantamos mucho y cuando quisimos regresar a nuestra casa ya no nos dejaron porque el río Chiquito estaba contaminado y nos dijeron que era peligroso, por eso nos tuvimos que venir".
Ella, como otras mil 500 personas de la región de Maltrata, tuvieron que abandonar sus viviendas para ponerse a salvo tras el estallido de los ductos, pero sobre todo por el combustible que se derramó en el río Chiquito, que atraviesa los municipios de Nogales y Ciudad Mendoza.
Al filo del mediodía, luego que se les ofrecieran desayuno y comida, poco a poco fueron regresando a sus viviendas, no sin antes dárseles cubrebocas para evitar intoxicaciones por los restos que pudiesen quedar.