En cinco años han fallecido tres jefes y 26 oficiales a manos del crimen organizado.
Agencias
MÉXICO, DF.- El narcotráfico también le ha pegado al Ejército. De 2000 a 2005 han fallecido tres jefes, 26 oficiales y 94 integrantes de la tropa.
Los jefes en el rango militar son los coroneles, los tenientes coroneles y los mayores.
Los tres jefes registrados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) murieron en accidentes aéreos mientras buscaban plantíos de droga, según datos de la dependencia.
En este periodo, el primer jefe que falleció fue el teniente coronel de la Fuerza Aérea piloto aviador Julio César González González.
El mando realizaban un vuelo de reconocimiento el diez de diciembre de 2000 en busca de hectáreas de amapola y marihuana, cuando se precipitó el Cessna 182 Sky Lane en el que viajaba, en Zapopan, Jalisco, según detalló la Sedena en esa fecha.
Junto a él, murieron el subteniente José Luis Cuevas Domínguez y del sargento segundo Federico Cinta Virgen.
El coronel de Infantería Gabriel Gutiérrez López murió en las mismas circunstancia el tres de agosto de 2001. Ocupaba también un Cessna Sky Line, matrícula 5432 de la Fuerza Aérea Mexicana.
El tercer jefe, Patricio Alexandro Fuentes Heredia, coronel de Infantería, murió el tres de septiembre de 2003. La avioneta modelo Cessna con matrícula 5440 de la Fuerza Aérea Mexicana en la que buscaba plantíos de droga se precipitó en la comunidad de Ecatzingo, en los límites entre Puebla y el Estado de México.
En un reporte solicitado mediante la Ley de Transparencia, la Sedena apuntó que de 1976 a 2005 sólo dos generales han muerto en el combate al narcotráfico.
El comandante de la Novena Región Militar en Guerrero, el general de Brigada Gilberto Renato García González, falleció al desplomarse un helicóptero oficial en el municipio de Tlacotepec, Guerrero, en diciembre de 1996. La Sedena menciona en la solicitud que el otro general murió en 1993, pero no precisa el nombre.
Detectan 12 pistas clandestinas
Ayer se reveló que en el estado de Baja California, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) detectó la existencia de 12 pistas clandestinas de aterrizaje, utilizadas por los narcotraficantes para transportar los cargamentos de droga y destaca que siete de ellas se ubicaron en Tijuana; esto durante el mes de enero.
La localización de estas pistas ilegales en la entidad no es casual, ya que de acuerdo con informes de la Procuraduría General de la República (PGR), Tijuana forma parte de la ruta de tráfico aéreo de drogas en el país, siendo uno de los principales destinos de los cargamentos que se transportan mediante esta modalidad.
De acuerdo con un informe de la Sedena sobre los resultados de la Operación Conjunta que se realiza en Baja California -que inició el dos de enero pasado-, sólo durante ese mes elementos del Ejército mexicano realizaron 23 operaciones de reconocimiento aéreo.
El resultado de estas inspecciones, se indica, fue la ubicación de las 12 pistas clandestinas, de las que siete estaban en Tijuana, sin que se detalle la localización exacta ni tampoco se especifica en que otras regiones de la entidad se encontró el resto.
No obstante, de acuerdo con el documento, la inhabilitación de estas pistas, así como el aseguramiento de más de 180 kilogramos de droga, armas y tres plantíos destruidos sólo en Baja California, representaron pérdidas para el narcotráfico estimadas por la Sedena en siete millones 801 mil 200 pesos.
La existencia de estas pistas clandestinas en Tijuana se explica ante el hecho de que es uno de los puntos principales de las rutas de tráfico aéreo de drogas. De acuerdo con reportes de la PGR, para el trasiego de cocaína se tienen identificadas dos rutas aéreas: una de ellas parte de Guadalajara, Jalisco hacia el Pacífico mexicano y atravesando territorio de Baja California Sur hasta Tijuana; en la otra se emplean los vuelos comerciales procedentes de Centro y Sudamérica que arriban al aeropuerto internacional de la Ciudad de México.
Posponen juicio de Osiel Cárdenas en EU
El juicio de Osiel Cárdenas Guillén acusado de introducir incluso seis toneladas de cocaína al mes en Estados Unidos, será postergado hasta finales de este año.
La fiscalía y la defensa pidieron que el juicio de Cárdenas Guillén sea declarado complejo, dado que las evidencias se remontan a varios años, serían traídos testigos de todo el país y se presentarían cientos de reportes de varias autoridades.
Un juez federal accedió a la petición, que dará a los abogados más tiempo de prepararse para el juicio, previsto originalmente para abril, informó el diario The Brownsville Herald.
Cárdenas Guillén, de 39 años, fue extraditado a Estados Unidos en enero y se le retiene en Houston. Se ha declarado inocente de cargos relacionados con su presunto cartel narcotraficante y sería sentenciado a cadena perpetua de ser hallado culpable.
Las autoridades dicen que Cárdenas Guillén era el líder del cartel del Golfo de México, con sede en Matamoros y que siguió dirigiendo la organización delictiva desde una prisión federal en México durante los últimos cuatro años.
El acusado sería uno de los capos con más responsabilidad por la ola de violencia registrada en la frontera entre Texas y México en los años recientes. Las autoridades dicen que ha estallado una lucha de poder con un cártel rival, en pos de las codiciadas rutas para el tráfico de estupefacientes.
Los documentos de los tribunales muestran ahora que Cárdenas Guillén no será juzgado sino hasta finales de 2007.
Los fiscales planean llamar a un centenar de testigos, muchos de los cuales están bajo custodia federal, según documentos presentados ante la corte.
Las evidencias del caso incluyen algunas encontradas en Houston y varias ciudades del sur de Texas. Los fiscales tienen miles de conversaciones obtenidas mediante intervenciones telefónicas autorizadas por una corte y realizadas en Brownsville, McAllen y Atlanta, de acuerdo con los documentos.
