
Vecinos de la colonia Moderna observan la escena luego del atentado contra el empresario Carlos Herrera y su esposa, que viajaban a bordo de la camioneta Escalade luego de hacer compras en Torreón. El ataque fue sobre el bulevar Constitución a la altura de la calle Rodríguez.
Activan ‘Código Rojo’ en Torreón, pero no se tienen indicios de sospechosos
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- El empresario y ex alcalde de Gómez Palacio, Carlos Herrera Araluce, sobrevivió a un atentado de un comando armado junto a su esposa, Vilma Ale de Herrera, cuando viajaban a bordo de su camioneta por el bulevar Constitución y la calle Rodríguez.
Herrera y su esposa regresaban a Gómez Palacio luego de hacer compras en Torreón, alrededor de la una de la tarde de ayer, a bordo de una camioneta Escalade blanca. Unas cuadras antes de tomar el puente hacia Gómez Palacio fueron alcanzados por un comando armado con rifles de alto poder cuyas balas penetraron el blindaje de la camioneta.
Fuentes dijeron que Herrera sufrió lesiones en una mano y en la cabeza y que su esposa fue herida en el abdomen. Ambos fueron sometidos a cirugía. Por la tarde, el diputado local Sergio Uribe dio una conferencia a nombre de la familia Herrera en la que dijo que la pareja se encuentra estable y fuera de peligro.
La Dirección de Seguridad Pública de Torreón activó el “Código Rojo” minutos después de la una de la tarde, para cerrar los accesos a Torreón, pero no se reportó ninguna detención. Hasta ahora no se tienen indicios de los sospechosos o de su paradero.
Unos testigos presenciales dijeron que el comando iba a bordo de dos camionetas y un automóvil, pero otros hablaron de sólo una camioneta y un automóvil.
“Se escucharon muchos balazos, como cien”, dijo una mujer que estaba en su casa sobre el Constitución. “Y yo dije ‘Ay, que Dios los ayude’ y todos estábamos encerrados”.
Testigos dijeron que la Escalade era escoltada por una camioneta negra desde donde se repelió la agresión. Las armas eran de grueso calibre, como se pudo comprobar por los casquillos tirados en el pavimento y agujeros que dejaron en postes de semáforos y paredes de casas.
Al ver que su agresión era respondida, los sicarios escaparon. La Escalade quedó con las llantas ponchadas y los escoltas movieron a Herrera y a su esposa a la otra camioneta y los llevaron al Sanatorio Español, donde ambos fueron internados en cirugía. Sin embargo, Uribe dijo que los Herrera no llevaban escoltas.
Policías preventivos de Torreón fueron los primeros en llegar al lugar, en la colonia Moderna. Luego llegaron peritos de la Procuraduría de Justicia de Coahuila y agentes de la Dirección Estatal de Investigación de Durango y de la Agencia Federal de Investigaciones. Los peritos levantaron 26 casquillos de bala de alto calibre, pero eran más pues vecinos del lugar recogieron algunos casquillos antes de que se acordonara la zona.
El hospital fue acordonado y vigilado por policías fuertemente armados. Luego se convirtió en un hervidero político con la llegada de personajes como el gobernador de Durango, Ismael Hernández Deras, el candidato del PRI a la alcaldía de Gómez Palacio, Ricardo Rebollo; la ex alcaldesa de Lerdo, Rosario Castro y el dirigente obrero y ex gobernador, José Ramírez Gamero.
Hernández Deras expresó “solidaridad” con la comunidad lagunera ante el atentado.
El gobernador de Coahuila, Humberto Moreira y el alcalde de Torreón, José Ángel Pérez, no emitieron ningún comentario sobre el ataque. Por la noche, Moreira y Hernández Deras se reunieron para discutir el tema.
Herrera, dos veces alcalde de Gómez Palacio y ex diputado federal, es propietario de la empresa de alimentos Chilchota, uno de los principales productores de quesos del país. Retirado de la política desde 2004 cuando intentó conseguir la candidatura del PRI a gobernador de Durango, el empresario vivía dedicado a sus negocios.
Luego del atentado corrieron rumores de todo tipo, incluyendo detenciones y varios enfrentamientos, así como una balacera afuera de las oficinas de Protección y Vialidad de Gómez Palacio que resultó ser una confusión entre policías preventivos y agentes federales.
Pero en la tarde, una corona fúnebre, similar a las que fueron dejadas en Seguridad Pública de Torreón, apareció afuera de una marmolera, en la cuarta etapa de la zona industrial de Gómez Palacio; a un lado de la corona había una bolsa negra que contenía un cadáver.