Los senadores del PAN, Santiago Creel y del PRD, María Rojo, en la sesión de ayer en donde se aprobó por unanimidad la Ley que crea la Agencia Espacial Mexicana. (El Universal)
Por unanimidad, con 86 votos, el Senado de la República aprobó expedir la Ley que crea la Agencia Espacial Mexicana (AEXA), que será la encargada de proponer y ejecutar la política espacial de México.
La Agencia Espacial Mexicana será un organismo público descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio y autonomía técnica y de gestión, que formará parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
El presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, Francisco Javier Castellón, dijo que la AEXA permitirá al país integrarse a la comunidad espacial internacional y fomentará la actividad científica en México. Además, detonará el crecimiento económico de México y permitirá estar al mismo nivel de otras agencias espaciales en Latinoamérica, indicó.
El senador aclaró que “no es la creación de una NASA mexicana” ni es una “ocurrencia exótica”, pero sí destacó la importancia de contar con un centro de investigación para intercambio con otras instancias.
El senador del PRD por Nayarit, informó que algunos de los objetivos de la Agencia son promover el efectivo desarrollo de actividades espaciales para ampliar las capacidades del país en las ramas educativa, industrial, científica y tecnológica.
Además, se buscará una activa cooperación internacional mediante acuerdos que beneficien las actividades espaciales y permitan la integración activa de México a la comunidad espacial internacional.
El senador Jesús Murillo (PRI) dijo que a ésta como a otras los mexicanos llegamos tarde, por lo que pugnó por que se invierta más en ciencia y tecnología y no el .34% del PIB, sino hasta el 2% como en otras naciones desarrolladas. El senador Manuel Velasco Coello (PVEM) dijo que debemos de seguir el ejemplo de países como Brasil, donde se tiene la tercera empresa aeronáutica del mundo.
El dictamen pasa a la Cámara de Diputados para que siga el procedimiento de análisis, discusión y en su caso aprobación, para posteriormente poder ser publicada por el Poder Ejecutivo si es que no hay cambios al dictamen enviado por el Senado.
