Cuando ejido San Miguel se convirtió en ‘zona de guerra’
Parecía zona de guerra. Patrullas de la Policía Preventiva de Torreón quedaron dispersas por la carretera Torreón-Matamoros cerca del ejido San Miguel, algunas patrullas tenían impactos de bala y otras más estaban chocadas. La mayoría de sus tripulantes fueron detenidos, pocos osados lograron evadirse.
Desde las cuatro de la mañana del lunes ocho de septiembre disparos de arma de fuego despertaron a los vecinos del ejido San Miguel. Frente a la quinta “Connie” estaba la patrulla 35469 que chocó su parte frontal contra unos tubos de contención; en su interior, con un impacto de bala que le atravesó el pecho de frente, el policía municipal César Moreno Alvarado de 40 años de edad yacía muerto.
El lugar estaba rodeado por agentes federales y efectivos militares fuertemente armados. Personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila (PGJEC) tomaba conocimiento de la defunción del agente que traía puesto su chaleco antibalas pero el proyectil alcanzó la parte superior de la región escapular.
A 200 metros de los límites entre Torreón y Matamoros, a la altura de la quinta Don Alfredo, había más patrullas. Frente a la misma quinta, fuera de la carretera estaba otra unidad con las llaves puestas. Casi paralelas junto al puesto de carnitas “El Pollotote” había más patrullas una de ellas con el motor y los códigos encendidos. Afuera de la base estaban estacionadas en la carretera varias unidades.
Al despuntar el sol se logró ver en la explanada del cuartel que se ubica en el Instituto Superior de Estudios de Seguridad Pública del Estado de Coahuila, a los 32 policías detenidos por la Policía Federal, esposados, boca abajo y con su uniforme.
A las 9:40 horas los policías de Torreón fueron levantados del suelo y uno por uno entraban a las oficinas de la base para registrarlos y preparar su traslado ante el Ministerio Público de la Federación. Reportes policiacos indicaron que fueron 28 patrullas municipales las aseguradas, 32 policías municipales detenidos y de los cinco heridos tres son mujeres. Además 17 pistolas tipo revólver calibre 38 especial y tres pistolas tipo escuadra calibre 9 milímetros, fueron decomisadas a los municipales.
A las 10:40 horas una ambulancia del ISSSTE llegó al ejido San Miguel con sirena abierta escoltada por dos patrullas de policías federales y dos jeeps de militares. De la ambulancia bajaron los cinco heridos, una mujer policía en silla de ruedas, otro en camilla con una herida de bala en la rodilla derecha y tres más cojeando.
El tránsito vehicular fue afectado desde las primeras horas del día al bloquear policías estatales los dos carriles de la carretera Torreón-Matamoros. La circulación fluyó sólo por los dos carriles que llevan a Torreón en ambos sentidos. Más de 120 soldados y casi un centenar de policías federales resguardaban en donde está la base de los agentes federales.
A las 11:40 horas empezaron a retirar las patrullas abandonadas con grúas. A las 12:25 horas los federales empezaron a levantar a los agentes municipales esposados para subirlos a las patrullas. Los policías de Torreón tenían el rostro cubierto con la parte posterior de sus propios uniformes.
Cerca del mediodía, visitadores de Derechos Humanos acudieron a San Miguel a petición de Seguridad Pública pero les fue negada la entrada por lo que se retiraron del lugar.
A las 12:35 arrancó el convoy encabezado por tres camionetas del Ejército Mexicano, una patrulla de la Agencia Federal de Investigación, siete patrullas de la Policía Federal que llevaban a los detenidos y ocho tanquetas del Ejército en dirección a las oficinas de la Delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR). La base federal del ejido San Miguel quedó despejada.
En las instalaciones de Seguridad Pública de Torreón, esposas y familiares de los policías detenidos y desaparecidos exigían información sobre la situación de los agentes.
