Los peces, unas carpas pequeñas sin dientes llamadas 'garra rufa' y que son conocidas de manera general como el 'pez doctor', fueron aplicados por primera vez en Turquía y ahora son populares en algunos países asiáticos. (AP)
La próxima vez que desee hacerse la pedicura podría introducir sus pies en la pecera.
John Ho, quien administra el salón de belleza y reposo Yvonne Hair and Nails con su esposa, Yvonne Le, afirmó que los peces pueden ser buenos pedicuros, pues retiran las escamas de los pies en un procedimiento que ya han aplicado a cinco mil personas.
"Este es un buen tratamiento para todo aquel que quiere tener pies bonitos", dijo.
Los peces, unas carpas pequeñas sin dientes llamadas "garra rufa" y que son conocidas de manera general como el "pez doctor", fueron aplicados por primera vez en Turquía y ahora son populares en algunos países asiáticos.
Ahora están causando sensación en la ciudad de Alexandria, en el estado de Virginia, cerca de la capital estadounidense.
Ho explicó que su intención era ofrecer algo singular que sustituyera a los procedimientos pedicuros que requieren navajas para eliminar la piel muerta de los pies. Las autoridades regulatorias consideran ahora que las navajas pueden tener riesgos sanitarios.
Admitió que en un principio tuvo dudas sobre la eficacia de los peces.
Además, creía que las carpas no vivirían en el agua tibia necesaria para ofrecer un baño de pies cómodo y que a los clientes potenciales podría no gustarles la idea de mojarse.
"Conozco personas que al principio sintieron temor", recordó Ho. "Pero me dije 'vamos a intentarlo"'.
La aceptación llegó pronto entre los clientes.
Tracy Roberts, de 33 años, se enteró por la radio. Luego de aplicárselo, dijo que era "el mejor pedicuro que he tenido" y desde entonces ha corrido la voz entre amigos y compañeros de trabajo.
"Toda mi vida he sido deportista, así que siempre he tenido callos en mis pies. Esta fue la primera vez que alguien me libre totalmente de mis callos", aseguró.
Los peces, sin embargo, no hacen todo el trabajo. Después de tener los pies de 15 a 30 minutos en un estanque, los clientes reciben una pedicura normal, que resulta más sencilla por la suavidad de la piel dejada por las carpas.