
El Real es el único antro que funciona dentro de la zona de tolerancia de Vicente Guerrero; los otros tres cerraron por los hechos de sangre registrados desde principios de año.
SEXOSERVICIO | 70 años de bullicio están a punto de terminar; solamente un antro funciona de los cuatro que existían en la zona de tolerancia.
Vicente Guerrero, Dgo.- La música, el bullicio de copas, carcajadas y venta de caricias se van extinguiendo en la zona de tolerancia al compás de la violencia desatada en esta ciudad a principios de año.
Hace meses El Real, El Tenampa, Las Brisas y Lago Azul aún funcionaban en todo su apogeo; ahí la prostitución y el lenocinio operaban libremente con licencia del Municipio.
Era común ver estos antros muy concurridos de clientes, tanto del estado de Durango como Zacatecas, algunos envalentonados, otros sintiéndose galanes y bohemios, en fin... Incluso, las calles estaban llenas de vehículos y vendimias, era el centro de la vida nocturna de la región.
Siete décadas de historia.
Con una historia de 70 años, la zona de tolerancia está a punto de acabar, a causa de la presencia de gente desconocida que llegó a sembrar el terror y la muerte desde febrero del presente año.
El Tenampa dejó de funcionar con la muerte del propietario Julio César Juárez Castañeda, a quien acribillaron unos desconocidos en la puerta de su domicilio, el 26 de marzo pasado.
También Juárez Castañeda era dueño del salón denominado Lago Azul, el cual, por consecuencia, dejó de operar a los pocos días del crimen.
Las Brisas, en receso.
A partir de la semana pasada, Las Brisas entró en receso debido al terror que ocasionó el hampa, pues la madrugada del 20 de mayo un grupo de sicarios con uniformes e identificación de la AFI estuvo bebiendo y jugando a los arrancones con sus vehículos en terrenos de la zona de tolerancia.
Horas después fueron abatidos por un grupo antagónico del crimen organizado, dejando un saldo de varios muertos; algunos hablan de ocho, otros de once y hasta más, pero eso ocasionó que el dueño de Las Brisas suspendiera actividades.
Sólo queda El Real.
Por ahora la zona de tolerancia funciona con un solo salón de baile denominado El Real y un taquero que hace su vendimia en oscuras y ahora solitarias calles del principal antro de la región, donde los clientes cada vez se ahuyentan por temor a la violencia.
Las sexoservidoras o “damas del tacón dorado” buscan otros sitios dónde ejercer el oficio más antiguo del mundo.
Pagan al Municipio.
El regidor Esteban Piedra Cruz, de la Comisión de Seguridad del Cabildo, señaló que el Ayuntamiento nunca ha dado la orden de que sea cerrada la zona de tolerancia, pues se corrió ese rumor, pero lo más real es que los sicarios han logrado intimidar a la gente.
El edil comentó que el dueño de Las Brisas avisó al Ayuntamiento que ya no iba a abrir, quizás por una temporada, mientras se calman las cosas; sólo esta funcionando el salón El Real, dijo Piedra.
Además, señaló que entre los cuatro salones pagaban al Ayuntamiento 38 mil pesos al año a través de la Tesorería, dinero que, según dicen, se utiliza en el gasto corriente, para adquisición de papelería y combustible, por mencionar algunos rubros.
Esta semana se observó muy solo el negocio en la zona de tolerancia y eso puede obligar al último antro a cerrar, pues la gente vive en constante temor a ser agredida por miembros del crimen organizado.