Emilio Carballido falleció la noche del lunes víctima de un infarto agudo al miocardio. (El Universal)
El escritor y dramaturgo veracruzano Emilio Carballido, falleció la noche del lunes víctima de un infarto agudo al miocardio y desde las primeras horas de ayer fue velado en esta capital.
Nacido en Córdova el también narrador, crítico y guionista, murió en el hospital Luis F Nachón de la capital veracruzana donde ingresó de emergencia al presentar síntomas de un infarto y fue cerca de las 23:00 horas cuando pereció.
El intelectual fue atendido por el doctor Leonel Bustos Solís, director de atención médica de la Secretaría de Salud y los galenos Pedro Hernández Cancino y Margarita Carral, quienes no pudieron salvarle la vida.
El cuerpo del autor de una extensa obra literaria, es velado en la funeraria Bosques del Recuerdo y según los primeros informes será sepultado en esta misma ciudad donde radicaba.
Carballido tenía 82 años y una prolífica obra que le valió no sólo el reconocimiento del público, sino además una cantidad innumerable de puestas en escena y traducciones alrededor del mundo. Perteneció al brillante grupo de artistas conocido como Generación de los 50, con compañeros como Sergio Magaña, Luisa Josefina Hernández, Rosario Castellanos, Jaime Sabines, Sergio Galindo, etc.
Estudió Letras Inglesas en la Facultad de Filosofía y Letras; Obtuvo, entre otros estudios, una Maestría en Letras en la UNAM; asimismo recibió una beca del Instituto Rockefeller y años después fue becario del Centro Mexicano de Escritores.
Se dio a conocer como dramaturgo con la obra Rosalba y Los Llaveros, la cual se estrenó en Bellas Artes en 1950, con dirección de Salvador Novo; le siguieron éxitos teatrales como: Un pequeño día de ira (1961), obra con la que ganó el Premio Casa de las Américas de Cuba, ¡Silencio Pollos Pelones, ya les van a Echar su Maíz! (1963), Te juro Juana que Tengo Ganas (1965), Yo También Hablo de la Rosa (1965), Acapulco los Lunes (1969), Las Cartas de Mozart (1974), Rosa de dos Aromas (1986) y otras.
Algunas de sus obras han sido llevadas al cine: Rosalba y los Llaveros en 1954, Felicidad en 1956, Las Visitaciones del Diablo (novela) en 1967, La Danza que Sueña la Tortuga en 1975, El Censo en 1977, Orinoco en 1984, Rosa de dos aromas en 1989.
Autor de una extensa obra literaria: dos tomos de cuentos, nueve novelas, antologías de teatro joven de México, de teatro infantil y Le Theatre Mexicane; ha escrito cerca de cien obras teatrales, guiones para cine y televisión, incluso ha sido director de escena.
Hace menos de un año, el dramaturgo unió su vida con su pareja de más de 20 años, el bailarín Héctor Herrera. Ellos fueron de las primeras parejas en solicitar la unión en la Delegación Benito Juárez.
Preparan homenaje en Bellas Artes
La directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), María Teresa Franco, lamentó la muerte del dramaturgo mexicano Emilio Carballido, ocurrido en Xalapa, y anunció que se prepara un homenaje póstumo en el Palacio de Bellas Artes.
La funcionaria ponderó el valor de Carballido, quien destacó también como narrador, crítico y guionista cinematográfico, y lo calificó como “un hombre fundamental en el desarrollo de la dramaturgia mexicana del Siglo XX” . Por ello, adelantó, “en los próximos días ,el INBAL encabezará un homenaje póstumo al maestro Carballido en el Palacio de Bellas Artes, que esté a la altura de la trayectoria y grandeza de la vida y obra de este autor fundamental de nuestras letras”.
El homenaje, agregó, se realizará en colaboración con la Universidad Veracruzana, la UNAM y la Sociedad General de Escritores de México (Sogem).
Le maravillaba lo cotidiano
El escritor y dramaturgo Emilio Carballido jamás perdió “esa maravilla que tenía de sorprenderse de las cosas más cotidianas”, recordó su pareja sentimental, el coreógrafo Héctor Herrera. Sensiblemente conmocionado, el artista que formó en 2007 una sociedad en convivencia con Emilio Carballido, recordó que éste siempre tuvo una calidad de vida bastante satisfactoria.
“Esa alegría que tenía por vivir, por contagiarnos, por admirarse de todo, tenía esa maravilla de sorprenderse de las cosas más cotidianas que a uno a veces no le pasaban ni por aquí, él tenía una capacidad de asombro increíble que nunca se le acabó hasta ayer” (lunes, con su muerte), rememoró.
En la funeraria Bosques del Recuerdo de esta capital veracruzana, donde son velados los restos del narrador, crítico y guionista, Herrera aseguró que siempre fue muy querido por todas las personas y ello se veía en los viajes que hacía constantemente.
“Una persona que me tocó conocerla en sus momentos personales, en sus viajes donde veía el cariño que le tenían, en casi todos los lugares a los que asistía... eso es lo que yo podría hablar, es lo que me corresponde”, aseguró.
Reconoció que el cuerpo de Carballido ya “estaba un poco cansado” a pesar de que luchó hasta lo que pudo, sobre todo de un problema de salud de hace algunos años.
“Luchó hasta lo que pudo, creo que su cuerpo estaba un poco deteriorado y fatigado... hasta ahora Emilio tenía una calidad de vida bastante satisfactoria... creo que dos días fueron los que él no tuvo la misma actitud de antes”, indicó.
