¡Guerreros, Guerreros! El nombre de Santos Laguna fue fundado en 1983 a raíz de un torneo nacional entre representativos del IMSS, en el que un equipo lagunero resultó campeón y con base en éste el IMSS otorgó un equipo para que participará en la Segunda División B en la temporada 1983-84.
Al Cruz Azul le dicen La Máquina, cementeros, celestes y en casos drásticos hasta chemos, mientras al equipo de la UNAM le llaman Pumas, felinos, mininos y hasta gatitos, pero pocos o casi nadie sabe realmente qué significan ni de dónde surgen los nombres originales de las franquicias del futbol mexicano y mucho menos sus apodos o motes, que también tienen una gran historia.
“Chivas brinconas”
El Club Deportivo Guadalajara nació el ocho de mayo de 1906, cuando un grupo de amigos se reunió en uno de los almacenes más importantes de la Perla de Occidente y formaron un equipo con el patrocinio de los propietarios de la tienda, encabezados por el belga Edgar Everaert.
Inicialmente se llamó Club Unión (estaba formado por belgas y mexicanos) pero dos años más tarde se modificó a Club Guadalajara.
El origen del apodo se remonta a un jueves 30 de septiembre de 1948, cuando en el Parque Oro de Guadalajara se jugaba la jornada dos entre el equipo de Guadalajara y el de Tampico.
La crónica de ese partido se publicó en un diario bajo el siguiente encabezado: “Jugaron a las carreras y ganaron las Chivas uno a cero”.
Ese fue el título que se le ocurrió al jefe de la plana deportiva, Reinaldo Martín del Campo, alias “Anotador”, apoyado en que el partido había sido muy malo y en que algunos fanáticos con el sello rojinegro se mofaban de los rojiblancos gritando que parecían “chivas brinconas”.
De millonetas a Águilas
El Club América, fundado el 12 de octubre de 1916, inicialmente utilizó el sobrenombre de azulcremas o cremas, por el color de su uniforme.
La temporada 1959-60, no obstante, fue un parteaguas pues Emilio Azcárraga Milmo compró al club y contrató a Guillermo Cañedo para asumir la presidencia en la campaña 1961-62. ¿La misión?: hacer un equipo triunfador, “cueste lo que cueste...”
Así se marcó la distancia entre los Millonetas y el resto de los equipos, hasta que en los 70s surgió el apodo de Canarios por el color amarillo bilis de su uniforme, pero como no infundía miedo ni orgullo, se decidió cambiarlo a Águilas en 1981, ante la llegada a la presidencia de Emilio Díez Barroso.
También se le llamó simplemente Los de Coapa; Peladitos de casimir inglés, como les decía Fernando Marcos en los 50s; Estudiantes, porque América surgió de dos equipos escolares, y Aguiluchos.
Un dato curioso es que el águila verdadera que sueltan en el Azteca se llama Celeste.
¡Y la Máquina pitaaa!
Cruz Azul, fundado el 22 de mayo de 1927, tiene varios sobrenombres, entre los que destaca el de cementeros, ya que pertenece a la Compañía Manufacturera de Cemento Cruz Azul.
El apodo de celestes lo adquirieron los jugadores cuando el uniforme que utilizaban a finales de los 60s y principios de los 70s era de un azul muy claro, asemejándose más a un azul celeste que al azul rey.
No obstante, cuando este equipo dominó la liga en los 70s, se ganó a pulso el mote de La Máquina, por la locomotora con la que entonces los trabajadores transportaban el cemento allá en Jasso, Hidalgo... Por el color del uniforme, se completó el apodo de La Máquina Celeste.
Otro error es creer que su mascota es un conejo, pues lo cierto es que se trata de una liebre, animal típico de aquella zona de la sierra.
Por ello, incluso, cuando el equipo recién ascendió y jugaba en Ciudad Cooperativa Cruz Azul, los analistas deportivos lo bautizaron como escuadra de las Liebres, pues a pesar de que tenían grandes carencias, los jugadores dejaban el alma en cada partido.
Su estadio, el 10 de Diciembre, se distinguió por tener el césped muy alto para sacar ventaja, pues mientras los visitantes sufrían, los cruzazulinos corrían veloces y sin descanso, por lo que alguien comentó: “Estos muchachos corren como si fueran liebres”.
¡Goya! ¡Goya!
En 1937, durante el rectorado de Luis Chico Goerne, se hizo la petición para que un equipo de la UNAM ingresara a la Liga Mayor de Futbol del DF, misma que fue rechazada, aceptándose en su lugar al equipo Marte, que se unió al España, Asturias, América, Necaxa y Atlante.
Fundado el 28 de agosto de 1954, el equipo finalmente fue aceptado en el mismo año en la Segunda División, aunque ascendieron a la Primera en la temporada 1961-1962 tras vencer al Catalunha de Torreón con marcador de 5-1.
Pero en sí, el nombre felino no fue puesto exclusivamente al equipo de futbol soccer, sino al de americano y por Roberto “Tapatío” Méndez, legendario entrenador del deporte de las tacleadas, fue quien decidió, entre 1942 y 1946, que el mote para su escuadra universitaria fuera Pumas, pues se trata de un gato salvaje que reúne las características que él deseaba en todo jugador: fuerte, agresivo, valiente, rápido e inteligente.
Además, los pumas, que no son grandes en tamaño, salen airosos de confrontaciones con rivales mayores, gracias a su agilidad y astucia... En la actualidad, Pumas es el nombre de competencia de todos los deportistas universitarios en distintas disciplinas.
¡Guerreros, Guerreros!
El nombre de Santos Laguna fue fundado en 1983 a raíz de un torneo nacional entre representativos del IMSS, en el que un equipo lagunero resultó campeón y con base en éste el IMSS otorgó un equipo para que participará en la Segunda División B en la temporada 1983-84.
Como club recibió el mote de Guerreros, queriendo resaltar la garra y espíritu de lucha con la que se desea cuente el conjunto por tradición.
Nombres de clubes, más allá de un simple bautizo
Luego de sacar a la luz las razones por las cuales los cuatro equipos grandes del futbol mexicano obtuvieron sus nombres y sus motes, ahora toca al resto de los que estuvieron en competición en este Apertura 2008, entre los cuales hay algunos que tienen mucha historia y abolengo.
Potros pura sangre
Atlante nació en 1916-1917 en los llanos de la Colonia Condesa, con un pequeño grupo de jóvenes que inicialmente se hicieron llamar El Sinaloa, pero luego de un año lo rebautizaron como Lusitania, en homenaje al crucero hundido por los submarinos alemanes durante la Primera Guerra Mundial.
El nombre cambió de nuevo por el de U53 y finalmente Refugio Martínez el “Vaquero”, primer capitán del equipo, zanjó la cuestión dándole el nuevo y definitivo nombre: Atlante, que ha sido deducido de Atlántico, el océano que fuera escenario de grandes acontecimientos bélicos.
Se les llama Potros de Hierro debido a que en la época de Horacio Casarín, en la década de los 40s, todos los jugadores, al tener posesión del balón, corrían como potros desbocados hacia la portería contraria. También se le conoce como el Equipo del Pueblo e incluso, antaño, como Los Prietitos.
Fue constituido en 1916 y es uno de los más antiguos representantes de este deporte en el país, y uno de los más populares.
Los Rojinegros
El Club Atlas quedó constituido en el verano de 1916. Fue Juan José Lico Cortina quien bautizó a la escuadra con su nombre oficial, pues “nos sentíamos el sostén del mundo”. También diseñó el uniforme rojinegro y para el escudo recurrió a Carlos Sthal, pintor y gran dibujante, quien les sugirió la “A” blanca con un fondo rojinegro. Atlas ha tenido infinidad de sobrenombres: La Academia, Rojinegros, Niños Catedráticos, Amigos del Balón, pero popularmente se les conoce como los Zorros.
¡Rayados!
A finales de la Segunda Guerra Mundial, aprovechando que el representativo estatal de Nuevo León había ganado un torneo aficionado de Primera Fuerza, algunos empresarios regiomontanos decidieron crear el Club de Futbol Monterrey, SA de CV.
En 1955-56 el conjunto comenzó a usar un uniforme blanco con dos rayas azules delgadas atravesando el pecho horizontalmente y pantaloncillo blanco.
En 1959-60 ya habían aparecido las rayas azules, inspiradas en el uniforme del Tampico Madero. El short era blanco y las medias blancas con tres rayas azules horizontales, pero no fue sino hasta 1961-62 cuando surgió el tradicional uniforme de las rayas azules verticales, del que nace su mote.
Hidrorrayos
El Club Necaxa, conocido popularmente como los Rayos o Hidrorrayos desde que juegan en Aguascalientes, fue fundado el 21 de agosto de 1923, cuando el ingeniero inglés W. H. Frazer, dueño de una planta eléctrica, decidió unir el equipo de Luz y Fuerza con Tranvías.
Para entonces, la Federación no permitía que sus escuadras llevaran nombres de empresas privadas, por lo que los rojiblancos tuvieron que tomar el mote de Necaxa, ciudad poblana en el que existe una hidroeléctrica.
En 1943 se dio la primera desaparición, por lo que el Sindicato de Electricistas trató de conservar al equipo.
El 24 de septiembre de 1950 se marcó el regreso del Necaxa, ahora siendo propiedad del Sindicato de Electricistas, por lo que así se les conoció.
El 19 de septiembre de 1971 el conjunto se endeudó tanto con sus jugadores y proveedores, que la directiva vendió al club a algunos empresarios españoles que decidieron cambiar el nombre de Necaxa a Toros del Atlético Español. Después, tras un total de 11 años llamándose así, la directiva decidió finalmente retomar entonces el nombre y los colores anteriores y en julio de 1982 el equipo regresó al máximo circuito.
Tuzos
De acuerdo a los cronistas de la ciudad de Pachuca, el futbol nació en México gracias al Club de Futbol Pachuca, cuando unos mineros ingleses decidieron traer este deporte desde Inglaterra para practicarlo en México. En su etapa amateur, la escuadra parecía una montaña rusa porque subía y bajaba de categoría. Era conocido como El equipo paramilitar... para militar entre segunda y tercera división.
De esa época vino el mote de Tuzos, animales que nunca salen del hoyo y como analogía de los mineros que trabajan bajo tierra y que formaron el club.
El resto
Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara tomó su nombre e imagen de los representativos de esa casa de estudios, que a la vez lo tomaron de un ave local. El San Luis Futbol Club tiene como apodo oficial el nombre de Gladiadores, aunque coloquialmente se les dice Tuneros en referencia a la fruta tan común en la región.
El 27 de junio de 2002, Alejandro Burillo, presidente del Grupo Pegaso, en conjunción con el gobernador del Estado, Pablo Salazar Mendiguchía, anunciaron que Chiapas contaría con una franquicia de futbol en el máximo circuito del balompié nacional. El equipo se denominó Jaguares, como el fiero animal de la localidad, y tiene su sede en Tuxtla Gutiérrez.
Del Toluca: En 1953, en su debut en Primera División, en un partido contra Atlante, apareció de manera sorpresiva una mascota disfrazada de pingo y desde entonces al conjunto del Estado de México se le conoce al equipo como los Diablos Rojos.
