El Senado busca facultar el Ejército para dar seguimiento a las actividades que realicen sus elementos, una vez que hayan abandonado sus filas. (Archivo)
Las comisiones de Defensa y Estudios Legislativos del Senado analizan una reforma a la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, para poner lupa a los desertores y a los militares que hayan abandonado por terminación de contrato a las instituciones castrenses.
Los cambios legales incluso pretenden obligar a la Procuraduría de Justicia Militar a colaborar con las instituciones civiles que persigan ex integrantes del Ejército, cuando estos hayan sido reclutados por el crimen organizado.
Para mantener bajo control las actividades de los militares, dicho personal quedará “eternamente” bajo la disposición de los órganos internos de las Fuerzas Armadas.
“Los mexicanos que abandonen el Servicio Militar Nacional a consecuencia de la terminación de su contrato (…) o de manera anticipada, permanecerán a disposición de la Inspección y Contraloría General del Ejército y Fuerza Aérea, siempre que se ésta les requiera.
“Tratándose de desertores la Procuraduría General de Justicia Militar coadyuvará con las autoridades civiles competentes facilitándoles cualquier dato o información que contribuya a la localización del desertor”, se propone en la adición al Artículo 7 de la Ley.
La iniciativa, impulsada por el senador priista Jorge Castro Trenti, pretende facultar el Ejército para dar seguimiento a las actividades que realicen sus elementos, una vez que hayan abandonado sus filas.
Según el legislador, el objetivo es poner en marcha instrumentos legales de control luego de que se ha comprobado que muchos soldados entrenados por el Ejército se pasan a las filas de la delincuencia organizada.
En la exposición de motivos, el legislador federal recordó que la participación de los militares en actividades delictivas no siempre se da de manera voluntaria, sino también derivada de la intimidación o cooptación por parte del crimen organizado.
“El Ejército mexicano está en franca crisis y en peligro de ver desvanecido el prestigio que le han otorgado las décadas de servicio dedicadas al servicio del pueblo de México.
“La situación actual del Ejército mexicano exige acción y determinación por parte de las instituciones del Estado”, aseguró.
De acuerdo con el presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Primera, resulta inútil diseñar estrategias, destinar recursos o endurecer sanciones para combatir el problema de delincuencia si soldados, entrenados por el Ejército, trabajan ahora en las filas del principal enemigo a combatir.