Luego de casi cuatro décadas de historia, el Coloso de Las Carolinas recibe su último juego.
Luego de casi cuatro décadas de historia, el Coloso de Las Carolinas recibe su último juego.
Después de ser casa de los desaparecidos equipos Diablos Blancos de Torreón durante cuatro años, del Laguna dos años y del Santos Laguna 26 años, el Estadio Corona cerrará sus puertas hoy con el juego entre Guerreros y Pumas de la UNAM, correspondiente a la fecha 14 del Apertura 2009.
Detrás de este escenario hay una gran historia, la cual dio inicio con la adquisición de las dos hectáreas que compró Juan Abusaid Ríos al comerciante Jorge Murra a razón de cuatro pesos metro, para un total de 80 mil pesos.
Le dan vida
Era un terreno desolado, en el cual transitaban libremente las liebres. La tarea de desmonte y emparejamiento de la superficie estuvo a cargo de la constructora propiedad de Isidoro Leal Rodríguez, mejor conocido como “Cholón”, célebre por su frase “se los dije”. “Cholón” se comprometió con Juan Abusaid Ríos, propietario original de la “Casa del Dolor Ajeno”, a pavimentar los caminos de acceso y el estacionamiento del nuevo estadio, que llevó el nombre de Estadio Moctezuma por 16 años.
Cuando se inició la construcción del mismo, en el segundo semestre de 1968, se acercó a Juan Abusaid Ríos un grupo de aficionados, encabezado por el periodista Arturo Cadivich Michelena, para solicitar que el inmueble llevara el nombre de Estadio Torreón.
Juan Abusaid les dijo que con gusto le pondría ese nombre, pero esta decisión no dependía de él, sino del principal patrocinador de la construcción, la Cervecería Moctezuma de Orizaba, Veracruz, que junto con una empresa refresquera y la desaparecida Compañía Vinícola del Vergel aportaron el costo de la obra.
Se estima que la construcción del inmueble, que finalmente llevó el nombre de Estadio Moctezuma, tuvo un costo de 12 millones de pesos, cuando la paridad de nuestra moneda nacional era de 12.50 pesos por dólar, costando alrededor de un millón de dólares.
La firma cervecera en mención aportó seis millones de pesos, la empresa refresquera cuatro millones y los dos restantes la compañía vitivinícola, esta última condicionó la aportación a que sus anuncios publicitarios aparecieran en las cercas ubicadas en los cuatro tiros de esquina y al centro de la cancha por cada lado.
Además, exigió que en la parte superior de las tribunas, al centro de cada lado del estadio, debía estar un anuncio de sus productos, así como en cada cabecera, exigiendo un total de diez espacios publicitarios de buen tamaño.
La compañía vitivinícola se hizo cargo de la impresión del boletaje del Estadio Moctezuma, siendo la empresa Aboitis la encargada de elaborarlos.
Por su parte, la empresa cervecera, principal patrocinador de la construcción, exigió que además de llevar su nombre el estadio, debían celebrarse cuando menos 25 partidos por temporada, entre torneo de Liga, de Copa y juegos internacionales, para favorecer la venta de sus productos, entre los que destacaba en aquel entonces “la rubia que todos quieren”, representada en el anuncio por la actriz cubana Gina Román.
Bajo esas condiciones se construyó el Estadio Moctezuma, con capacidad para 20 mil aficionados, diez mil en la localidad de Sol, 4,500 en Sombra Sur, 4,500 en Sombra Norte y 1,014 en Plateas. La maqueta original del proyecto de construcción del Estadio Moctezuma era parecida a la del recién construido Estadio Luis “Pirata” Fuente del puerto de Veracruz.
La construcción del Estadio Moctezuma estuvo a cargo del arquitecto Manuel Ortega Barrueta, quien acababa de construir el Nou Camp de León, sede del Mundial de México ’70, y el Estadio Sergio León Chávez de Irapuato.
Ortega Barrueta construyó el Moctezuma, muy parecido a los estadios en mención, dotándolo de un sistema de absorción especial con seis fosas para el tiempo de lluvias. Al terreno de juego se le puso cascajo para el drene y tierra de enlame traída del Río Nazas. El césped se sembró con cinco tipos de semillas. Cuando acabaron de construirlo colocaron 20 mil sacos de arena, de acuerdo a su aforo, para comprobar la resistencia de su construcción, habiendo sido mojados los sacos para que pesaran, aprobando la prueba satisfactoriamente.
El Estadio Moctezuma contaba con una oficina de lujo, alfombrada de manera especial y tapizados sus muros de manera elegante, que hacían confortable la estancia, a grado tal que en ellas despachaba el ingeniero Eulalio Gutiérrez Treviño, gobernador del estado de Coahuila en ese entonces, cuando visitaba Torreón.
Las oficinas fueron decoradas bajo la supervisión de Joaquín Zorrilla Moreno, quien ocupó varios cargos en la directiva de los desaparecidos Diablos Blancos de Torreón, el cual después fue contratado por el ingeniero Manuel Ortega Barrueta para que decorara de igual manera las oficinas que tenía en el Club León.
Posterior a su inauguración oficial, el Estadio Moctezuma fue escenario de un acto político con el entonces presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez, habiéndose habilitado una de las bodegas del inmueble, ubicada en el pasillo de entrada a la sección de Plateas, lado derecho, al ingresar al estadio.
La pequeña bodega, en donde se almacenaban los cojines, fue arreglada y habilitada como oficina presidencial con un escritorio, muebles de lujo y una línea telefónica directa a la Secretaría de Gobernación en la Ciudad de México, la cual fue instalada en medio día, para que el entonces Presidente de la República despachara unas cuantas horas durante su estancia en Torreón.
Su inauguración
El Estadio Moctezuma fue inaugurado la noche del jueves dos de julio de 1970 por el entonces secretario general de Gobierno, Óscar Villegas Rico, y Juan Abusaid Ríos, alcalde de Torreón en ese tiempo, propietario del inmueble y presidente del desaparecido equipo Diablos Blancos de Torreón.
El “Coloso de Las Carolinas’’, como se le conoció en un principio, fue inaugurado con el partido amistoso entre Diablos Blancos y el campeonísimo Guadalajara, el cual ganó por tres goles a uno con anotaciones de Francisco Jara, Javier “Cabo’’ Valdivia y Arturo “Curita’’ Cháirez, por el Torreón descontó Juan Manuel “Chamaco’’ Valadez.
El primer gol anotado en el Estadio Moctezuma, ahora Estadio Corona, fue de Francisco Jara al minuto dos. Los precios de entrada al partido inaugural fueron de 40 pesos en Plateas, 25 pesos caballeros y 15 pesos damas y niños en Sombra General, diez pesos en Sol preferente y ocho pesos en las cabeceras.
El Estadio Moctezuma terminó de ser construido el 15 de junio de 1970, la obra tardó nueve meses, siendo en ese entonces uno de los estadios más modernos y funcionales de la provincia mexicana.
El ahora Estadio Corona fue sede del desaparecido equipo Diablos Blancos de Torreón, cuya franquicia fue vendida al término de la temporada 1973-1974 a los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara (U de G).
Los Diablos Blancos jugaron en su casa nada más cuatro temporadas, de 1970 a 1974, todas ellas en Primera División Nacional.
Cuando el desaparecido equipo Laguna dejó de celebrar sus partidos en el estadio de San Isidro, tuvo como casa el Estadio Moctezuma, en donde jugó dos años, de 1976 a 1978, ya que al término de la temporada 1977-78 su franquicia fue vendida a los Coyotes de Neza.
De 1978 a 1983 dejó de tener inquilino y no fue sino hasta el cuatro de septiembre de 1983 cuando abrió de nuevo sus puertas para ser sede del Santos IMSS Laguna de Segunda División “B’’, con el cual dio inicio la historia de los Guerreros.
El 23 de abril de 1986 fue re-inaugurado el Estadio Corona, siendo presidente del Santos Laguna el ingeniero Salvador Necochea Sagüi, con el partido amistoso entre las selecciones de México y Chile, como parte de la preparación del Tri rumbo al Campeonato Mundial de Futbol, celebrado ese año en nuestro país.
En esa histórica fecha se colocó una placa que decía: “En memoria de los hombres que con su esfuerzo y gran cariño al deporte hicieron posible el florecimiento del futbol en México y en la Comarca Lagunera. Se reinauguró este Estadio Corona por el licenciado José de la Fuente Rodríguez y Cervecería Modelo SA de CV, don Nemesio Díez Riega. Torreón, Coahuila, 1986’’.
El jueves 30 de junio de 1988 se adquirió la franquicia de los Ángeles de Puebla, y con ello el futbol de Primera División Nacional regresó a la Comarca con el Santos Laguna después de diez años de ausencia. El 16 de octubre de ese año los Guerreros jugaron su primer partido de la temporada 1988-89, contra el Morelia, el resultado fue empate a un gol.
Los vetos
El primer veto del Estadio Corona fue en la temporada 1988-1989, la primera que jugó Santos Laguna en Primera División Nacional, en la que celebró su partido de la jornada 37 contra Puebla en Tijuana, Baja California, el cual perdió cuatro goles a uno.
El segundo veto del “Coloso de Las Carolinas’’ fue en la siguiente campaña, la 1989-1990, coincidencialmente en la fecha 37, en la cual se enfrentó al Atlante en Ciudad Juárez, Chihuahua, y ganó por dos tantos a uno, en ese torneo descendieron los Potros de Hierro.
Transcurrieron seis años para que la “Casa del Dolor Ajeno’’ fuera vetada por tercera ocasión, en la fecha cinco del Torneo de Invierno 1996, debiendo jugar su partido contra Guadalajara en el Estadio Francisco Villa de la ciudad de Zacatecas, el resultado fue empate a un gol.
El cuarto veto fue en la fecha dos del Torneo Apertura 2002. La directiva decidió jugarlo a puerta cerrada en el Estadio Corona, siendo el rival en turno los Gallos Blancos del Querétaro, el marcador final fue empate a cero goles.
El quinto y último veto fue en la jornada 16 del Torneo Apertura 2005, el cual también se jugó a puerta cerrada, contra Toluca, ganando Santos Laguna 4-1.
Cabe hacer mención que en la jornada número 16 del Torneo Clausura 2009 se jugó a puerta cerrada el partido Santos Laguna contra Gladiadores de San Luis por disposición de la Federación Mexicana de Futbol, debido a la influenza porcina.
Las grandes finales
El Estadio Corona ha sido escenario de seis finales, una de Segunda División “B’’, en su primer temporada, cuando el Santos IMSS Laguna se coronó Campeón de Campeones frente a Querétaro, habiendo ganado el juego de ida 1-0 en su casa y el de vuelta también por idéntico marcador, habiendo ascendido ese año a Segunda División “A’’ al vencer a Pumas ENEF 2-1 en el Corona.
Las otras cinco finales disputadas han sido en Primera División Nacional, en tres de ellas el Santos Laguna se ha coronado campeón, en el Invierno 96 contra Necaxa, en el Verano 2001 contra Pachuca y en el Clausura 2008 contra Cruz Azul.
En las dos restantes ha sido subcampeón, en la temporada 1993-1994 contra Tecos UAG y en el Verano 2000 contra Toluca.
La historia del Santos Laguna en el Estadio Corona está por concluir. Será en la jornada 14 del Torneo Clausura 2009.
Hoy se escribe la última página del “Coloso de Las Carolinas”, ya que mañana, dos de noviembre, inicia su demolición.