Luchona. Luego de tocar varias puertas la joven Ana Belena pudo trabajar en el melodrama de TV Azteca Eternamente Tuya. La televisora tiene bastantes proyectos para ella. ARCHIVO
Productores de TV cuentan cómo es el proceso para crear celebridades. Ana Belena es la puesta de TV Azteca.
MÉXICO, DF.- Ana Belena sueña: "Dentro de cinco años me imagino como una gran estrella de TV Azteca". Es una joven que justo ahora está en lo que Raúl Quintanilla llama "el proceso administrativo de crear una estrella".
Cuando Silvia Navarro salió de la empresa, varios ejecutivos se reunieron para barajar los nombres de su posible sucesora. Belena salió sorteada. En cuanto lo supo, comenzó a soñar: "La comparación es un halago y un compromiso. Estoy aquí porque quiero dedicarme a la actuación toda mi vida". Ahora Ana Belena participa en la telenovela estelar de TV Azteca, Eternamente Tuya.
La creación de una estrella es al principio un proceso azaroso que puede comenzar lo mismo en una agencia de modelos (Ana Belena hacía un comercial cuando fue descubierta y llamada a hacer un casting en el CEFAT) que en Ucrania, como fue el caso de Siouzana Melikian.
Hace dos años, Melikian llegó a una audición de la que sabía nada. La pasaron a un cuarto y le pidieron que esperara. Apareció entonces Gael García Bernal la miró a los ojos, platicó cinco minutos con ella y le dijo: "El personaje es tuyo, nos vemos la semana próxima en Tepoztlán".
En ese momento, una pequeña película de su vida pasó por su mente. Se vio a sí misma en el pequeño pueblo ucraniano donde nació y en el que pasaba las tardes con un ula-ula en la cintura. Era una niña ocupada en practicar gimnasia con el objetivo de unirse al circo donde trabajaban sus padres que la dejaban en el pueblo mientras andaban de gira por Inglaterra.
No lo sabía, pero el circo la llevaría a Moscú, luego a España, haría escala en Costa Rica y finalmente la traería a una oficina en la colonia Condesa, en la Ciudad de México donde García Bernal, nada más con escuchar su acento y verla, le daría un personaje en su ópera prima Déficit.
Ahora, Melikian vive en la Ciudad de México y actúa en Atrévete a Soñar" la telenovela de moda que transmite Televisa.
El talento joven es alimento cotidiano para las dos cadenas de televisión más grandes en México y ellas mismas se ocupan en ser autosuficientes: atraen a sus escuelas jóvenes aspirantes, los educan, pulen, les procuran una imagen y los cuidan hasta llevarlos al estatus de estrella. Claro, en el camino pueden caerse antes de llegar al cielo. Pedro Damián lo ha visto a lo largo de dos décadas: "He descubierto muchos actores y las historias de vida que he tenido con todos y cada uno de ellos han sido muy diversas. Algunos son muy famosos, otros no lo son tanto".
Angelique Boyer es uno de sus descubrimientos. Ella estudiaba en el CEA cuando Damián buscaba elenco para RBD. La vio en un salón de clases, se le acercó y preguntó: "¿Estás contenta?" Ella llevaba tres meses en un taller propedéutico. Respondió mecánicamente que sí. El productor insistió: "¿De veras estás contenta?" Boyer no supo qué contestar. Damián continuó: "Pues deberías estar más contenta porque ya estás dentro". A partir de esta frase tan simple, Boyer entró al sistema.
Una vez dentro, depende de ellos el camino que quieran recorrer. Raúl Quintanilla, director del Centro de Formación Actoral de TV Azteca, los divide en dos: "Una cosa es buscar actores y otra crear estrellas. Muchos aspirantes llegan al CEFAT con una confusión, una idea equivocada de que el éxito llega rápido. Lo que procuramos es que los estudiantes aumenten su nivel de frustración para soportar los fracasos, que entiendan que el éxito es trabajo disfrazado de suerte y que las estrellas se crean mediante un mero proceso administrativo".
Ana Belena pasó por las manos de Quintanilla quien recuerda: "Tenía personalidad de actriz (no se deja vencer), capacidad de aprendizaje y presencia que no es lo mismo que imagen sino cierto magnetismo".
La abundancia de adjetivos es común en quienes se encargan de alimentar el star system de la televisión.
Hace 20 años, Damián le dio una de sus primeras oportunidades a una joven interesada en convertirse en actriz luego de estar en Timbiriche. Le dio el papel de la mejor amiga de la protagonista en la telenovela Quinceañera. A la distancia de los años, la recuerda así: "Era una joven mujer llena de belleza y carisma. Tenía ganas de crecer, de hacer, de lograr". Esa joven protagonizó luego tres exitosas telenovelas en México, enseguida se mudó a Manhattan donde se casó con un magnate de la industria discográfica y hoy lanza un disco cada dos años. El tiempo le dio la razón a Pedro Damián al darle su primera oportunidad a aquella joven de nombre Thalía.