La empresa ofrece lo que pareciera un ladrillo convencional, pero fabricado con estiércol de vaca y que es 20% más ligero que el de arcilla, y al mismo tiempo 20% más resistente en términos de compresión.
Si pensaban que el excremento del ganado no servía más que de abono para la tierra, un grupo de estudiantes en Indonesia ahora lo está utilizando para construir casas.
EcoFaeBrick es la idea de jóvenes egresados de la escuela de negocios Prasetiya Mulya, con el objetivo que proveer soluciones económicas y sustentabilidad a los problemas de manejo de desperdicios animales en las zonas de granjas.
La empresa ofrece lo que pareciera un ladrillo convencional, pero fabricado con estiércol de vaca y que es 20% más ligero que el de arcilla, y al mismo tiempo 20% más resistente en términos de compresión.
Según informan en su página web, con el uso de este material no sólo se optimiza la calidad de la construcción, si no que su precio se reduce significativamente.
Para conservar su mística de empresa amigable con el medio ambiente, EcoFaeBrik utiliza biogas en la fabricación de los ladrillos, logrando así disminuir en mil 692 toneladas su producción anual de CO2, que sería lo equivalente a convertir 269 autos en vehículos híbridos.
Los jóvenes indonesios han identificado al menos 22 áreas a lo largo del mundo para su expansión, entre las que se encuentra México, donde operaría un modelo de sociedad local con granjeros locales que los llevaría a obtener ingresos adicionales de hasta 53%.