SITUACIONES QUE PUEDEN INDUCIR UNA CONDUCTA NEGATIVA
Los tratamientos odontológicos odontopediátricos son experiencias que pueden causar en el niño diferentes emociones, que pueden ser desde una sensación de angustia, hasta un franco sentimiento de miedo con el consecuente rechazo al tratamiento, sobre todo cuando es su primera experiencia odontológica.
Algunas situaciones que pueden contribuir para que estas indeseables emociones se presenten, pueden ser:
Experiencias odontológicas negativas.
En los niños que solicitan servicio dental y que han tenido experiencias dentales negativas con antelación, éstas, pueden predisponerlos a incrementar su ansiedad y tener una conducta de rechazo en citas dentales futuras, de tal manera, que para poder brindarles una atención dental posterior, el profesional tendrá que trabajar arduamente para poder modificar esta conducta, utilizando las técnicas de control conductual más idóneas, para poder revertir esa respuesta negativa y de rechazo, en una respuesta positiva y de cooperación.
Sería de gran ayuda, para tratar de motivar de una forma positiva nuevamente a estos pacientes, que los padres, coadyuvarán con el profesional, dando información positiva y de aliento, a estos niños, diciéndoles que el doctor, ¡su amigo!, tratará de curar y resolver su molestia de la mejor manera, para que él se sienta bien.
Pacientes en esta situación tendrán que ser manejados más cautelosamente, para poder motivar positivamente su conducta, ante una nueva experiencia odontológica.
La actitud familiar.
La actitud de los padres y del entorno familiar debe ser de motivación hacia el niño que recibirá atención odontológica, para ello aconsejamos no mencionar, frente, ni cerca del niño, comentarios de experiencias odontológicas desagradables que cualquier miembro de la familia halla experimentado, así mismo evitar comentarios como te tienes que portar bien porque ya eres un hombrecito, nada más equivocado que esto, recordemos que son niños y hay que tratarlos como tal, dándoles soporte y confianza.
Padres que entienden y se comprometen con su propio cuidado bucodental, transmitirán ese compromiso e importancia a sus hijos, ayudándolos para que en el futuro sean adolescentes y adultos con una buena salud dental.
Como podemos comprender, tanto las experiencias previas negativas como el entorno familiar pueden influir en el tipo de conducta del paciente infantil, teniendo en cuenta estas sugerencias podremos ayudar a nuestros niños para que su experiencia odontológica sea lo más satisfactoria posible.
"Es la prevención, nuestra mayor preocupación".
¡Hasta la próxima!
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