La investigadora Cristina Secci presentará el libro “El autorretrato literario de Frida Kahlo”, el diario de la pintora mexicana que se dedicó a escribir entre 1944 y 1954 y que originalmente fue publicado en italiano. La versión en español fue editada por la UNAM con traducción de María Eugenia Vázquez Semadeni.
MÉXICO, DF.- El diario de Frida Kahlo es uno más entre los autorretratos que la pintora creó. Es un autorretrato literario en el que imagen y letra se superponen, un autorretrato al que Kahlo dedicó más de 10 años de su vida y donde la entrega es fuente de múltiples reflexiones.
Esto encontró Cristina Secci cuando leyó el cuaderno de Frida que se publicó como “El diario de Frida Kahlo. Un íntimo autorretrato” (en México fue editado por La Vaca Independiente).
Tras leerlo -pues investigaba en torno de obras literarias íntimas-, Secci escribió el libro “Con la imagen en el espejo. El autorretrato literario de Frida Kahlo”. Publicada originalmente en italiano, la versión en español fue editada por la UNAM, con traducción de María Eugenia Vázquez Semadeni, y se presenta este sábado.
La pintora llevó un cuaderno entre 1944 y 1954, año en que murió; está compuesto por 171 folios en color, más 18 sin intervención de la artista. “Es una obra maravillosa, un gran ejemplo de autorretrato literario, de los que hay muy pocos en el mundo”.
- ¿Cuál es la faceta que más le impactó del libro de Frida?
- La entrega. Yo creo que el ser humano tiene un valor todavía, el de entregarse, equivocándose, pero entregándose al ciento por ciento. Frida Kahlo no es una santa, sus límites los sabe, pero es una dona que se entrega desde su traje, que cuida su feminidad, que se entrega con sus hombres -o sus mujeres-, que sabe que la protección es un vidrio que tienes que romper. Frida acabó sin una pierna, con abortos, pero se entregó.
La investigadora se pregunta de cara al diario ¿cuánto es sincero, si ella lo escribía pensando en un público? “Sabe que la obra, sus cuadros, no son suficientes, que el público necesita algo más. Escribe sus apuntes y sabe que los leerá la semana siguiente ante sus amigos”.
Para Secci, el libro prolonga la capacidad artística de Kahlo. Y ese es mayor mérito. “La imagen se hace inevitable, explota”. La investigación refleja dos temas que son motivo de estudio de la investigadora italiana -quien está por terminar un doctorado en filología-: el uso de la primera persona y la relación escritura imagen, en ese sentido analiza en el cuaderno la sobreposición de grafías.
Citando a Michel Beaujour -quien ha investigado en torno del autorretrato literario, Secci dice que Frida recibe del mundo que está alrededor estímulos de tipo político, intelectual, artístico: “Por ella habla el mundo contemporáneo, hay un contenido que va más allá de lo puramente autobiográfico, entonces quien escribe un autorretrato literario se hace un poco instrumento de su época, como dice Beaujour, pero no es algo que Frida supiera. Lo interesante que es que dentro de este diario entra mucho más material”.
A Secci -traductora de libros como “Los culpables”, de Juan Villoro, y “La ley de Herodes”, de Jorge Ibergüengoitia- la imagen que más le gustó del libro es un dibujo donde no aparece la cabeza de Frida, sino una paloma, y abajo reza la frase del poema de Rafael Alberti “Se equivocó la paloma”. Ese dibujo, dice Secci, es probablemente la más sincera imagen en el cuaderno: “Cuando Frida sufre quita el color, quita su rostro, que son los elementos de su trabajo. Ahí está el dolor más sincero. Ella sabe lo que funciona con el público, pero ahí yo reconozco algo íntimo, algo de quien se está desnudando”.
“Con la imagen en el espejo. El autorretrato literario de Frida Kahlo”, de Cristina Secci, se presenta mañana sábado a las 12 horas en el Museo Frida Kahlo (Londres 247, Colonia Del Carmen, Coyoacán).