El Siglo ha publicado el día miércoles pasado una encuesta donde se marcan las tendencias hasta el momento del levantamiento de la misma para las elecciones próximas del domingo 18 de octubre, donde habrán de renovarse los ayuntamientos de Coahuila y para el caso de la encuesta, el de Torreón.
Los datos obtenidos es que la ciudadanía se manifiesta de la siguiente manera: al candidato del PRI, Eduardo Olmos, se le observa con una intención del 46%, mientras el candidato Jesús de León de Acción Nacional aparece con 30%. El resto se lo dividen la "chiquillada" y los indecisos.
Los 16 puntos sin lugar a dudas son una ventaja importante, no obstante que de acuerdo a otra encuesta publicada en agosto sin candidatos, la relación era de 48% para el PRI contra 25% del PAN, es decir, casi un dos a uno.
¿Qué expectativas puede generar el resultado de este primer ejercicio estadístico? Si todo continúa como parece, el 18 de octubre Eduardo Olmos estará levantando la mano de victoria que se le negó hace 4 años, cuando en comicios similares perdió la contienda ante el actual alcalde, y hoy unos de sus principales factores de que esté en una cómoda delantera, José Ángel Pérez.
Sin embargo, en el cuartel de guerra de los panistas, el ánimo está cambiando, aunque no niegan que el tiempo es factor en contra. Ellos dicen que poco a poco están encontrando más respuesta de la gente que en un principio les cerraba las puertas o sólo los observaban evitando el contacto, además que los benefactores de siempre que no aparecían en un principio, hoy parece que se acercan con cierto entusiasmo.
Por el otro lado al final, el profesor Moreira, el PRI y Olmos, están navegando con el fruto de un trabajo de años de trabajo social con el perenne cariz electorero que siempre ha caracterizado al Partido Revolucionario Institucional. Añadiéndole además, la peor época vivida en México bajo ya nueve años de que la Presidencia de la República esté ocupada por un panista. El factor de la Administración Municipal actual ya está mencionado líneas arriba.
Así pues, los resultados de la encuesta resultaron hasta cierto punto predecibles, aunque bien en números duros, Jesús de León le ha recortado la ventaja a Eduardo Olmos en 5 puntos, y eso no puede tener satisfecho en el fondo a los priistas, que hasta ahora no han podido sentenciar con toda certeza el resultado que habrá de conocerse en la noche del cada vez más cercano domingo electoral.
Un atrevimiento de interpretación es entonces, que todo apunta a que el PRI realmente ganará, pero hoy a diferencia de los meses pasados y como sucedió en los dos comicios pasados donde fue arrasado el panismo, con victorias en el estado de Coahuila de 20 distritos locales en juego en octubre del año pasado, y siete federales de este pasado julio, todo ha sido para el partido tricolor y por muy holgada diferencia, al parecer y viendo cuál viene siendo el resultado de las encuestas -El Siglo publicará una segunda ya más cercana al día de las votaciones- y el desenvolvimiento de las campañas, se vislumbra que ciertamente se cerrará el resultado, pero muy difícil como para que al PAN le dé para retener su último bastión en el Estado.
Al tiempo entonces y el transcurrir de los días se irá dibujando cómo culminará está elección que tiene carácter de inédita, porque después de la reforma electoral en el tiempo de Enrique Martínez y Martínez, es la primera ocasión en que lo que está en juego en este caso son sólo los ayuntamientos coahuilenses, debido a la renovación de los periodos tetra anuales que se decidió en aquella reforma, y que hoy por primera vez se está viviendo.
