Coludidos. La guerrilla de las FARC no ha sido ajena a secuestros en México. Así se desprende de archivos hallados en las computadoras del número dos de las FARC, 'Raúl Reyes', abatido el 1 de marzo de 2008.
MÉXICO, DF.- A un año del operativo en el que fue muerto el número dos de las FARC, Raúl Reyes, el contenido de las computadoras confiscadas por el Ejército colombiano tras el ataque, ocurrido en territorio ecuatoriano, sigue dando de qué hablar.
Esta vez, las pistas apuntan hacia México. De acuerdo con el periódico colombiano El Tiempo, uno de los últimos correos electrónicos dados a conocer por los investigadores policiales encargados de investigar "las computadoras de Reyes", aparecen varios entre el extinto ex número 2 de la guerrilla, su esposa Olga Marín y Marcos Calarca, identificado como "Rogelio", quien habla "de la retención de una persona en México", lo que ha llevado a las autoridades colombianas a considerar la posibilidad de que la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tuviesen vínculos con grupos de delincuentes mexicanos.
"Además de plantearnos que de ganar la rectoría tendríamos más apoyo, lo importante fue que nos planteó el siguiente negocio: un grupo que trabaja con él y que viene de las luchas anteriores, como forma de finanzas, hicieron (sic) una retención hace tres meses; están negociando. Ellos piden 20 millones de dólares y ya les están ofreciendo 4 y medio; dice que pronto estará llegando a 10 y que seguramente ahí cerrarán el trato.... Esto nos contó para plantearnos un préstamo de 40 mil dólares. Ofrecen pagar el doble y algo de solidaridad en efectivo, por un lado lo respaldan con el toro y por el otro con lo de la rectoría", según el documento, fechado el 13 de marzo de 2003.
Según El Tiempo, en otro correo electrónico de la misma fecha, la "comisión Internacional", en la que estaban Calarca y Marín, contaban que habían viajado a Acapulco para entrevistarse con "amigos de la 'U'".
Posteriormente, el 14 de marzo de 2003, otro correo entre Ricardo (al parecer Granda), Marín y Calarca hablaba del "plan de trabajo" para ese año: "Está la posibilidad ya adelantada de trabajar con unos amigos mexicanos, se acuerda de los del préstamo, pues con ésos. La parte que nos correspondería es la negociación y cambiar el dinero que pague. Ellos se encargan del resto. Inicialmente no serán grandes cosas, pero la idea es ir probando". De acuerdo con las autoridades colombianas, cuando hablan de trabajo, las FARC se referían al secuestro. De hecho, y siempre según la versión del El Tiempo, la Policía colombiana cree que la guerrilla cerró al menos algunos de esos tratos y ahora, en colaboración con las autoridades mexicanas, se intenta establecer cuántos de los secuestros tuvieron el sello de la guerrilla colombiana.
Con este nuevo "destape" fue que Colombia recordó el primer aniversario de aquella "Operación Fénix" contra el campamento de las FARC en "La Angostura" que le costó las relaciones diplomáticas con Ecuador y una crisis con Venezuela y que significó el principio de una cadena de reveses para la guerrilla.