Violencia. Una columna de humo se podía observar a varios kilómetros de distancia. Los internos del Cereso de Gómez Palacio incendiaron una de las bodegas en el área de control durante la riña que se suscitó ayer. EL SIGLO DE TORREÓN
Policías municipales agreden a familiares de reos y a reporteros.
Diecinueve internos del Centro de Readaptación Social número 2 de Gómez Palacio perdieron la vida y 20 más resultaron seriamente heridos, luego que la tarde de ayer grupos de reos se disputaran en una balacera el control del penal.
Autoridades de Durango informaron que por varias horas, los internos de las áreas de procesados y sentenciados, se enfrentaron con los reclusos del área de indiciados, con quienes en los últimos meses se han disputado el control al interior del Cereso.
El pasado viernes 17 de julio se suscitó otra riña dentro del penal en la que se reportaron 3 muertos y un herido.
Durante el enfrentamiento de ayer, los internos incendiaron una bodega ubicada en el área de control, por lo que fue necesario que dos máquinas de bomberos y por lo menos tres camiones-cisterna ingresaran hasta el lugar para tratar de sofocar el incendio cuya columna de humo se podía apreciar a varios kilómetros de distancia.
Mientras esto ocurría al interior del penal, un grupo de elementos de la Secretaría de Policía y Vialidad (SPyV) al mando de su secretario Víctor Cordero, agredió a los familiares de los internos que se encontraban a las afueras del penal en espera de noticias.
La agresión verbal y física también fue dirigida a los representantes de los medios de comunicación, incluyendo al de esta casa editora, a quienes intentaron despojar de sus equipos de trabajo para evitar que dieran fe de lo que estaba sucediendo tanto al interior como exterior del penal.
El inicio del enfrentamiento se reportó al C-4 minutos antes de la cinco de la tarde y en esos momentos se activó el llamado Código Rojo.
Los primeros en llegar al lugar fueron los elementos de la SPyV, quienes junto a los custodios tomaron posiciones en las torres de vigilancia y azoteas del Cereso.
A partir de esos momentos los disparos de arma de fuego y la explosión de granadas fueron constantes al interior.
Una hora después de iniciado el enfrentamiento arribó al lugar un contingente de soldados, así como las policías Federal y Estatal tanto de Durango como de Coahuila, y Preventiva de Torreón y Lerdo.
Asimismo, se realizaron sobrevuelos con los helicópteros del Gobierno del Estado de Coahuila y del Ejército.
Durante estos sobrevuelos, una de las aeronaves fue objeto de algunos disparos provenientes del interior del reclusorio.
Al paso de los minutos comenzaron a llegar en todo tipo de vehículos algunos de los familiares de los internos, quienes al escuchar los disparos y gritos provenientes de las áreas en conflicto, comenzaron a presentar crisis nerviosas.
La tensión se acrecentó cuando uno de los reclusos llamó por celular a su esposa e informó que había en el interior muchos muertos y heridos, algunos de ellos baleados, calcinados y apuñalados. El Gobierno del Estado confirmó después que la cifra de muertos era de 19 aunque aún no se conocen las causas de la muerte de cada reo.
En entrevista televisiva el secretario de Seguridad Pública Estatal, Jorge Torres Castillo, dijo que la situación dentro del penal no estaba controlada al 100% y reiteró la petición de trasladar a reos federales.
Hasta el cierre de la presente edición la situación al interior del penal se encontraba en aparente calma.