Héctor Moreno.
Siendo sinceros, pocos pensaron que Héctor Moreno triunfaría en Europa. Se fue a Holanda, a un equipo de escaso renombre y con un técnico conocido por duro y exigente. Con sólo 19 años, el reto extra de superar con éxito el cambio de vida parecía demasiado.
Pero, un año después, Héctor ha derribado las dudas. Cumplido un año con el AZ Alkmaar, los pilares emocionales que le sostienen lejos de casa están más fuertes que el primer día.
Detrás de él está Louis van Gaal, ese mago que saca de su chistera figuras internacionales.
Jugadores como Patrick Kluivert, Clarence Seedorf, Edgar Davids son producto de la filosofía del estratega, lo que le ha llenado de prestigio.
“Es un hombre que me ha ayudado a madurar en muchos aspectos de mi vida, no solamente en lo futbolístico. Soy muy joven y sufrí un cambio radical en mi vida, y él ha estado ahí para apoyarme”, cuenta Héctor, que juega como defensa central.
El propio Van Gaal pidió fichar al mexicano. Incluso, lo esperó tres semanas, hasta que arregló sus problemas con la visa.
“Es un técnico que sabe sacar provecho de cada una de tus cualidades”, dice Héctor, que ve en Van Gaal una especie de tutor, más que entrenador.
El técnico, que ya dirigió a la selección de su país y al Ajax que se robó la Liga de Campeones de 1995, ha mezclado el talento de jóvenes como el mexicano para tener al equipo de Alkmaar tres puntos arriba del Ajax.
También se metió en la cabeza de Héctor: “En este tiempo me he dado cuenta que puedes jugar donde sea, contra los rivales que sea, sin importar la parte del mundo de la que vengan, siempre y cuando estés convencido de que vas a lograr los objetivos que te has trazado”.
De la docena de mexicanos que juegan en las distintas ligas de Europa, Héctor es de los que menos atención reciben. Nada que le inquiete.
“No se habla mucho de esta liga en México, lo sé, se conoce poco del equipo y quizá se habla más del Ajax, del PSV (donde juegan Carlos Salcido y Francisco Rodríguez), pero la verdad es que nunca me ha gustado fijarme si hay publicidad, trabajo para mejorar y llegar a los mejores lugares”.
La línea que ha trazado hasta ahora le pone en una situación similar a la que vivieron Pavel Pardo y Ricardo Osorio a su llegada al Stuttgart de Alemania. Estos dos lograron ser campeones en un equipo que sobresalió entre gigantes como el Bayern Munich o el Werder Bremen. Entonces, en México se supo algo más de esa ciudad alemana.
Héctor se ha superado a las críticas y dudas que surgieron al inicio de su travesía por Holanda, y como entonces, confía que hay más en el camino. “Me parece que si trabajas bien, con ello va de la mano que hablen más de ti. No busco tanto los reflectores, lo hago porque me gusta el futbol y quiero trascender”.
Moreno fue titular en los 15 encuentros de liga que disputó hasta antes de que el quinto metatarsiano del pie derecho se le rompiera.
“Fue algo raro, porque al inicio los médicos pensaban que era un golpe. Son cosas a las que estamos expuestos, pero no tengo que ser fuerte para salir de esto rápido.”
La lesión no le frena, ahora mismo trabaja en la recuperación y en que regresará al cuadro inicial del AZ porque todavía busca la máxima satisfacción en su carrera.
“No he tenido aún un partido perfecto, debo superarme para ser el mejor, porque todavía no estoy saisfecho”.
Vigila familia de Moreno sus pasos en Europa
Las imágenes de Giovani Dos Santos saliendo en malas condiciones de un bar en Inglaterra promovió una inquietud colectiva: ¿Qué tanto control de la fama se puede tener a los 20 años? No es un tema fácil. Porque aunque legalmente cuentan con la mayoría de edad –en México–, el camino puede llenarse de espinas de no contar con la asesoría adecuada. Ésta viene, en la mayoría de los casos, de la familia, en otros, los representantes deben cargar con la responsabilidad, pero en esos casos, siempre falta algo.
Con un año en Holanda, Héctor Moreno ha pasado de vivir en un hotel a establecerse en un departamento de la ciudad de Alkmaar, donde juega con el AZ. Partió a Europa en compañía de su padre, César, quien desde entonces se ha turnado con el resto de los componentes de la familia Moreno Herrera para mantener al zaguero centrado en el trabajo.
Ellos le han ayudado desde elegir los muebles de la casa, hasta hacerlo sentir cerca del pasado en su primer cumpleaños (17 de enero) lejos de Culiacán. La comunicación y convivencia con los miembros de la familia han aportado la estabilidad emocional para vencer los temores y tentaciones que existen en el medio del futbol.
“Ahora tengo otro panorama de la vida. La gente en Holanda es amable, pero un poco más cerrada, seria”, comentó. El desarrollo que ha tenido en estos doce meses ha sido integral: “He aprendido otros idiomas, el inglés lo he perfeccionado, el holandés voy aprendiéndolo y en este crecimiento me ha ayudado mucho mi familia, que viene a visitarme”, explicó Héctor.
Cuando no están con él en Holanda, el zaguero está al pendiente de lo que pasa en México vía telefónica y por internet, mismo medio por el que su madre, Alcira, observa los juegos del equipo. “Ellos son parte importante de todo esto”, agregó Moreno. “Fueron mi punto de apoyo al inicio, cuando era algo difícil, y lo son ahora”.