El técnico argentino Ramón Ángel Díaz dijo ser el único responsable del partido que le costó al América la eliminación del Interliga el viernes pasado en Carson. (El Universal)
El técnico argentino Ramón Ángel Díaz dijo ser el único responsable del partido que le costó al América la eliminación del Interliga el viernes pasado en Carson y aceptó que cometió “una equivocación”, por lo cual en caso de volver a lo mismo él personalmente se hará a un lado sin que se lo pida la directiva.
En conferencia de prensa, efectuada en las instalaciones de Coapa, el “Pelado” se dirigió a los medios informativos antes de ser cuestionado y aprovechó para ofrecer “disculpas a la afición” por el encuentro ante el Atlas en el Interliga (1-4), pues no se cumplió con lo que el cuerpo técnico y los aficionados esperaban.
“Me siento muy culpable y muy responsable de esa situación y de ese partido porque las decisiones que tomé fueron exclusivamente mías, yo armé a este equipo y me parece que en los dos primeros partidos se vio la intención que tenemos de ser competitivos de ser un equipo grande y protagonista”, dijo.
Explicó que en el partido ante los Zorros se les dio descanso a algunos jugadores y se subestimó al rival, “respetamos a todos los equipos que se han reforzado lo mismo que nosotros y somos uno de los que más comprometidos están en lo que son los resultados, por los jugadores que trajimos y el esfuerzo de la directiva.
“Yo estoy muy contento con el equipo que tenemos, por ahí es una equivocación muy grave la mía, la que ocurrió en el último partido. Cuando uno proyecta algo lo hace con las mejores intenciones de ganar y clasificar pero los cambios no dieron resultados y eso es plena responsabilidad mía”, sostuvo el técnico argentino.
Con ello, Díaz quitó responsabilidad a los directivos, “y no les demos la responsabilidad porque es exclusivamente del entrenador, el equipo está y los jugadores están conscientes, me parece que tenemos todo lo necesario para ser protagonistas. Y no obtuvimos el Interliga por un error mío, es de grandeza reconocer los errores y no todos los entrenadores lo hacen”.