El director técnico Raúl Arias debutó con un triunfo su nueva aventura con las Chivas de Guadalajara. El Rebaño dejó el futbol ofensivo para dar paso al estilo conservador de su nuevo entrenador. (Jam Media)
GUADALAJARA, JAL.- Abandonaron la cancha del Estadio Jalisco entre abucheos. No pareció importarles. Las Chivas completaron la misión. Y ya mostraron cómo se desenvolverán bajo las órdenes de su timonel Raúl Arias.
Porque si los jugadores del Guadalajara no tomaron en cuenta las recriminaciones de su público, el nuevo director técnico rojiblanco mucho menos.
Tras su polémico arribo al banquillo del Rebaño Sagrado, el ex estratega del Necaxa y el San Luis prometió ganar y resolver las falencias en la zaga. Lo cumplió, aunque sin el menor recato.
Eso explica la molestia de los aproximadamente 25 mil aficionados que asistieron al Jalisco.
El Guadalajara derrotó a los Jaguares de Chiapas por la mínima diferencia, acabó con su marco inmaculado, pero el rival colaboró de gran manera.
Al igual que los postes, en los que se estrellaron aquellos bombazos de Ezequiel Orozco y Oribe Peralta.
Porque fue más de media hora de angustia para un pueblo que se había acostumbrado a observar los encuentros con bastante emoción, lo que fue cambiado por angustia.