El músico que fuera un éxito en los años 80, sigue vigente, pero ahora en el programa de TV Matutino Express. (El Universal)
Es el último chaparro del norte. Sus canciones, además de identificar a una generación, fueron el trampolín para instaurarse en la memoria colectiva de los adolescentes de aquellos años 80.
El New York Times comentó inspirado en uno de sus éxitos: “Los mexicanos son tan optimistas que en el hit parede, tienen una canción que dice: ‘Tengo un mes con el mismo pantalón y qué’, y se alimentan sólo con su amor”.
CNG estudios, una compañía de discos muy pequeñita radicada en Monterrey, registró su primer éxito de peso, La Gorda de la Esquina, que arrasó en ese 1982.
“Como pegó tan fuerte, el director de la estación de radio donde yo trabajaba habló a México y me firmaron. Después, reconocieron que estaba muy adelantado. Que no era momento para rock en español”.
Su vida siempre estuvo untada de porciones generosas de bohemia. Lo sátiro y lo inteligente de sus letras, junto con sus pegajosas melodías, quizás se deban a dos circunstancias definitivas: su hermano Rodolfo -poeta empírico y escucha fiel de Fernando Cabral y Alberto Cortés- siempre lo respetó a la hora de pedirle su opinión sobre sus escritos; y segundo, Don Rutilo Parroquín, un hombre armado de versos, jarana y arpa, que era la delicia de las reuniones en casa de sus padres.
Sus éxitos más sonados vieron la luz en 1979, mientras trabajaba en el Seguro Social en el Norte. Tuvo que esperar hasta el año de 1985, cuando por fin grabó su disco producido por Sergio Andrade. “Sergio le quitó la guitarra distorsionada a Tengo un Mes con el Mismo Pantalón, para ponerle otra suavecita y se coló como fuego a la radio”.
Todo el dinero que ganó con su primer disco, se lo gastó íntegro. “Llegó el dinero a carretadas, era una llave abierta; la gente me quería tocar, me pedía un cabello y lo metía a una caja de cigarros y me pedía que se los firmara”.
Siempre en Domingo y Estrellas de los Ochenta, fueron sus plataformas televisivas.
“Nos absorbió el movimiento musical de esa época. La verdad, sí creo que descuidé la carrera hacia 1992 ó 1993; me codeaba con Maná y mira, ellos siguen”.
Músico, productor, conductor (reemplazó en una ocasión a Raúl Velasco por petición explícita del famoso personaje dominguero), productor, y ahora reportero en el programa Matutino Express, donde tiene un segmento bautizado por el capitán del programa, Esteban Arce, como La Web al Desnudo.
“Navego por el ciberespacio buscando las clásicas leyendas o mitos urbanos, para luego desmitificarlos con expertos en la materia”.
— ¿Proyectos en puerta?
— Pues dentro del Matutino, quiero proponer una nueva sección y hacer un disco.
Ricky, se mira como la primera vez que lo vi en la TV. El tiempo conserva esa irreverencia moderada que, salpicada de astucia, era coronada con unos anteojos de sol mientras nos convencía que habiendo amor, “chingue su madre la crisis”.
Y la va a seguir chingando, cuando se presente junto al buen Fernando Rivera Calderón este 7 de febrero en el Péndulo de la Zona Rosa a las 21:00 horas, para seguir despepitando el pasado, con el que ya no viaja de aventón y se cambia a diario el pantalón.
