La llegada de los elementos del Ejército Mexicano ha obligado a la aplicación de mano dura y disciplina dentro de la misma policía, lo que ha disgustado a los narcotraficantes.
La presencia de militares y fuerzas federales en la frontera de Coahuila es positiva, para frenar a las organizaciones delictivas y dar mayor seguridad a ciudadanos, consideró el jefe de la Policía de esta ciudad, Antonio Castañeda.
En entrevista, el jefe policiaco texano destacó que al igual que cualquier otra frontera del país, ésta tiene la presencia de personas que se dedican a la actividad del narcotráfico, lo que lo hace más vulnerable a que se den hechos sangrientos cuando se enfrentan a rivales.
Consideró que la llegada de los elementos del Ejército Mexicano ha obligado a la aplicación de mano dura y disciplina dentro de la misma policía, lo que ha disgustado a los narcotraficantes, sostuvo el también consejero de la DEA en Estados Unidos.
Anticipó que la lucha que se empezará a librar en la frontera de Coahuila contra las organizaciones criminales será larga como se ha visto en otros estados que colindan con Estados Unidos, entre muchos otros.
'Pero la presencia de los militares traerá tranquilidad a la Ciudad de Piedras Negra, siempre y cuando se rijan por el estado de derecho", subrayó el jefe policiaco texano.
Por otro lado, consideró que el Ejército Mexicano cuenta con tecnología y elementos humanos, que no tiene la policía municipal para defenderse de los delincuentes".
Señaló además que la política para el combate a las drogas y armas en Estados Unidos no ha dado resultado, y por ello cada vez es más el número de adictos.
Además que no se les ha destinado los fondos necesarios para la contratación de más agentes de ley, lo que ha llevado a tenerlo fuera de control.
'En Estados Unidos es un derecho que nos otorga la constitución el poder comprar un arma para nuestra defensa, sin embargo, se requiere un control más estricto para la venta, lo que ha contribuido a que se propicie el tráfico y contrabando hacía México", dijo.
Apuntó que el problema no es solo de México sino de Estados Unidos debido al alto consumo de drogas que se tienen entre los adictos, aunado a esto el tráfico indiscriminado de armas.