Fernanda Villeli, considerada la madre de las telenovelas, fallece a los 87 años.
Fernanda Villeli, considerada la madre de las telenovelas, fallece a los 87 años.
Fernanda Villeli, la escritora de la primera telenovela mexicana y de otros 70 títulos que dieron la vuelta al mundo, como El Maleficio y El Derecho de Nacer, murió el domingo de un paro cardiaco relacionado con complicaciones de diabetes. Tenía 87 años.
“Tenía una dolencia cardiaca, se puso muy grave en la mañana (del domingo) y el doctor nos dijo que sólo era cuestión de tiempo. Se fue en paz”, declaró al diario Reforma su hija, la guionista Marcela Fuentes Beráin.
“Era una pionera de las telenovelas, fue una mujer que trabajó hasta que se enfermó hace poco de diabetes”, destacó. “Hay que recordarla así, como una persona que trabajó siempre por la defensa de la cultura popular mexicana, formó muchas generaciones de telenovelas, era una mujer excepcional, insustituible en su naturaleza humana, porque era un ser bondadoso”.
Fue responsable de escribir la primera telenovela que se transmitió en el país, titulada Senda Prohibida, que salió al aire en vivo en 1958. La historia era una adaptación de una radionovela también de su autoría.
El año pasado la escritora dijo que se trató de un experimento de 50 capítulos de media hora cada uno y que nadie estaba seguro de que su adaptación a la pantalla chica funcionara. Sin embargo, su éxito fue tal que de inmediato empezó a tejer nuevas historias.
Entre las más reconocidas figuran Lucía Sombra, Los Extraños Caminos del Amor, San Martín de Porres, El Diario de Daniela, La Casa en la Playa, El Dolor de Amar y las dos versiones de El Derecho de Nacer.
“Mi mamá inventó un género que dio trabajo a muchos mexicanos y que significó el nacimiento de una industria de la televisión y una apertura hacia la fantasía y los sueños”, expresó por su parte Rossana Fuentes-Berain Villenave al diario El Universal.
“Yo digo que mi mamá inventó la telenovela dos veces. Una fue con Senda Prohibida en 1958 y la segunda con El Maleficio, que abrió dos horas más de programación, es decir ya no estaban en horario vespertino, sino que abrió la barra nocturna”, recordó.
Según Villeli, cuyo verdadero nombre era María Ofelia Villenave Garza, las telenovelas son “para entretener”.
“La gente de un pueblo como el nuestro, con las crisis que pasamos, busca escapes, historias que le den alguna esperanza. El éxito de una telenovela lo determina el momento en el que le llega al público, que es el único que decide si gusta algo o no”, dijo recientemente.
Su objetivo al escribir siempre era buscar tramas reales “que impactaran”, y que a pesar de los enredos y sufrimientos tuvieran “un final feliz, porque eso es el melodrama: contar historias de la vida con finales felices”, dijo para el libro 50 Años de la Telenovela.
Para Álvaro Cuevas, estudioso del fenómeno de las telenovelas y crítico de TV, la pérdida de Villeli es irreparable por la gran cantidad y variedad de libretos que escribió de todos los géneros y en los que tocaba temas que fueron muy adelantados para su época.
“La televisión mexicana está de luto porque murió ‘la mamá’ de las telenovelas nacionales”, dijo Cuevas. “Ella deja un legado riquísimo de historas y personajes, pero además el reto para las nuevas generaciones”.
Deja inconclusa telenovela para Televisa
Fernanda Villeli, dejó pendiente una telenovela para Televisa, llamada Amores Rotos. La idea de este texto inédito era cerrar el círculo que comenzó con Senda Prohibida en 1958 y adaptar esa historia a la actualidad, de acuerdo con su hija, la también escritora Marcela Fuentes-Berain.
“Ella quería hacer un homenaje a Senda Prohibida, sentía que se le acababan los días; la base de la telenovela son las crisis amorosas en las parejas”, contó Marcela.
“Antes de que se enfermara, ella estaba escribiendo su telenovela. Fue una mujer de trabajo, nunca dejó de escribir. Incluso, en un momento en que se podía retirar, no quiso, siempre fue una mujer que le gustó escribir todos los días, escribir como modo de vida y de expresión”.
De esta manera, la también guionista de la película La Hija del Caníbal tendrá que esperar cuál es la instrucción de la televisora para concluirla: “Yo creo que todas las cosas que se empiezan es conveniente terminarlas”.