Un espectáculo. Durante dos horas el violinista húngaro Edvin Marton acompañado de la Orquesta Strauss de Viena deleitó con un gran recital a los laguneros que acudieron el pasado sábado al Teatro Isauro Martínez.
Con su tradicional apariencia de estrella pop y rompiendo las rígidas normas de la música de cámara, el violinista húngaro Edvin Marton acompañado de la Orquesta Strauss de Viena, salió ovacionado y aplaudido del Teatro Isauro Martínez, durante el concierto que ofreció el pasado sábado en la noche.
Bajo la batuta de Marton en la primera parte del recital, obras de compositores como Mozart, Vivaldi y Strauss, adquirieron un toque relajado con los ademanes que el director marcaba a sus músicos, más de 16 jóvenes intérpretes cuya mutua característica fue mantener una enorme sonrisa sobre el escenario.
“Buenas noches, bienvenidos. Yo toco para ustedes el Stradivarius”, dijo el violinista húngaro en español e inició una demostración de habilidad y técnica, ganándose los aplausos de los laguneros entre obra y obra. Músicos que disfrutan, que sonríen, que sienten placer al tocar fue la imagen que proyectaron los austriacos.
Obras como “Schön Rosmarin”, de F. Kreisle, “El Danubio azul” y “La marcha de Radetzky”, permitieron a Edvin Martón confirmar por qué es considerado uno de los violinistas show de mayor prestigio en el mundo.
A la mitad del concierto el director y solista de la Orquesta Strauss de Viena, invitó al escenario a un joven tenor quien interpretó un aria de ópera, salió del escenario y le dio paso a una soprano que además de cantar invitó a Marton a un juego escénico permanente.
Como un concierto muy agradable, no sólo por la gran técnica que mostraron tanto el violinista húngaro como los más de 16 intérpretes que lo acompañaron, sino por la simpatía escénica y la menra en la que con sus bromas se ganó a los laguneros, fue el comentario generalizado entre los asistentes.
Al final Marton dijo entre español e inglés “tengo una sorpresa muy special, muy, muy special para el público mexicano”, y con su Stradivarius en mano interpretó el clásico de la canción popular “Cielito Lindo”, donde puso a cantar en coro a los asistentes para despedir la noche.