Torreón, Coah.- Pareciera que fue apenas ayer. Hace exactamente un año, el viejo Estadio Corona, hoy totalmente demolido, vivió su último partido oficial, llevándose con él alegrías y tristezas, así como tres campeonatos del futbol mexicano.
Corría la fecha 14 del torneo Apertura 2009 y los Guerreros recibían a los entonces campeones del futbol mexicano, Pumas UNAM.
El partido finalizó con empate 1-1, donde los capitalinos se adelantaron apenas a los diez minutos del silbatazo inicial.
La anotación universitaria se suscitó en una jugada personal de Dante López por sector izquierdo, quien cedió a la llegada del ahora jugador del West Ham United de la Premier League de Inglaterra, Pablo Barrera, el cual definió de manera magistral con disparo colocado.
La igualada cayó al minuto 66 de tiempo corrido, en donde el colombiano Darwin Quintero tomó el esférico en los linderos del área y se internó para recortar y disparar al arco enemigo, atajándole el intento Bernal, pero el balón quedó a la deriva a la llegada de Matías Vuoso, quien solamente empujó la pelota al fondo de las redes.
Ya de noche, el vicepresidente de Santos Laguna, Gustavo de Villa, fue el encargado, junto a don Memo Olvera, de apagar las luces del inmueble de la Calzada Ávila Camacho.
Juegos pirotécnicos, mariachi, vuelta olímpica de jugadores, llanto, porras y pañuelos blancos de los aficionados fue la constante durante varias horas, donde incluso seguidores santistas se retiraron de madrugada e incluso hubo quien abrazó la portería con un fervor singular, enmedio de lágrimas.
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Aficionados albergaba el antiguo Estadio Corona, la otrora Casa del Dolor Ajeno y de los Guerreros.
El público disfrutó cada momento de aquel uno de noviembre de 2009, fecha en la que se jugó el último partido en el viejo Estadio Corona. (Archivo)
