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Eugenio Garza Herrera

Plaza pública

MIGUEL ÁNGEL GRANADOS CHAPA

 E L jueves pasado asumió la presidencia del Consejo mexicano de hombres de negocios el empresario regiomontano Eugenio Garza Herrera. Si se atiende a la tradición de ese poderoso grupo, cumplida no sólo durante los años del predominio priista sino también en la década de la alternancia, le corresponderá examinar a fines del año próximo a los aspirantes a la Presidencia de la República. Es fama que antaño el parecer de este exclusivo club era determinante en la selección del candidato oficial. Esa opinión ya no tendrá el peso de entonces, pero reflejará el relevante papel del dinero en la sucesión presidencial.

El Consejo que presidirá Herrera es la principal agrupación del sector empresarial. A diferencia de las confederaciones y asociaciones patronales, no lo integran empresas sino empresarios, cuya pertenencia obedece a una invitación, no a la afiliación obligatoria (como lo fue durante décadas) o conveniente para las unidades productivas. Lo integran los dueños o controladores de empresas, o sus más altos ejecutivos. El nuevo dirigente sustituyó a Claudio Xavier González Laporte, que desde los años setenta dirige en México el consorcio papelero norteamericano Kimberley Clark.

Fundado en 1962 principalmente a instancias de Juan Sánchez Navarro, que se distanció del Consejo precisamente por desavenencias con González Laporte, ese club dio santo y seña de su propósito al debutar en la escena pública con un desplegado en la prensa donde preguntaba abiertamente a Adolfo López Mateos "¿Por cuál camino, señor Presidente? De esa manera contribuyó a moderar el radicalismo verbal del priismo de izquierda de aquellos años, retórica que junto a la mexicanización de la industria eléctrica había suscitado el temor de que México se dirigiera al socialismo, tal como lo hacía en aquellos años la revolución cubana.

Aunque en 1975 el Consejo de hombres de negocios impulsó la creación del Consejo Coordinador Empresarial para no aparecer siempre como la cabeza de proa de los reclamos del sector privado, no perdió su condición de interlocutor permanente y directo del gobierno. El resto de las agrupaciones del CCE tiene una representación política que influye en los asuntos públicos, pero el capital de los hombres de negocios pertenecientes al Consejo le imprime una fuerza mayor que el simple parecer de un segmento de la sociedad.

Actualmente el Consejo está integrado por tres docenas de hombres de negocios, la mayor parte de lo cuales figuran también en los elencos de las personas más ricas de México, si bien Carlos Slim dejó de participar en esa agrupación no por desacuerdos con nadie sino porque, supongo, su fortuna y la colocación estratégica de sus intereses en el mundo, principalmente en América Latina le obliga a tomar de posición que no necesariamente deben ser convenidas con los miembros del club. Cuentan entre los integrantes del grupo prominentes empresarios regiomontanos como Lorenzo Zambrano y Adrián Sada, y otros que dirigen sus negocios desde el centro de la república, como Alberto Bailleres, Antonio del Valle, Gastón Azcárraga.

Eugenio Garza Herrera, nacido en Monterrey en 1957, creció en los negocios familiares. Su padre, Jorge Garza Garza, creó la empresa Conductores Monterrey, SA, que con las transformaciones a que obligan la tecnología y la gestión actual de los negocios es la división de alambre y cables eléctricos del Grupo Xignux, el poderoso consorcio de que es director desde 1985, cuando tenía 28 años, y cuyo consejo de administración preside a partir de 1988.

A sus establecimientos en Monterrey el Grupo Xignux ha agregado plantas -para un total de 35, y 40 centros de distribución-en Argentina, Brasil, Nicaragua, El Salvador, Uruguay. La expansión de sus operaciones obedece, entre otras causas, a su asociación con las empresas líderes en los ramos en que participa, como General Eléctrica en el campo de los transformadores (a través de la empresa Proter), Yazaki, en la fabricación de arneses para la industria automotriz y Sara Lee, a través de la empresa Qualitia, dedicada a la producción de carnes frías (de la marca Zwan), quesos y botanas (comida chatarra, según la consideran los nutriólogos y en general los mexicanos preocupados por el auge de la obesidad).

Llama la atención el que Garza Herrera asuma la presidencia del CMHN, ya que en general los grandes empresarios de Monterrey han sido renuentes a participar como dirigentes en los órganos empresariales. Todo lo más, prefieren que miembros de alto nivel de su personal los representen y gestionen sus intereses sectoriales o específicos. Algunos de esos empresarios resolvieron a partir de la nacionalización bancaria tener una participación directa en la política electoral, lo cual han hecho con variada fortuna. Fernando Canales Clariond es el caso prototípico de esa opción. Su trayecto político lo condujo a la gubernatura de Nuevo León y después al Gabinete presidencial.

Salvo González Laporte, los miembros del Consejo mexicano de hombres de negocios no son atraídos por la vida pública, gubernamental. El director de Kimberley Clark aceptó el papel de asesor que le confió el presidente Salinas, lo que al parecer no le generó reproches entre sus iguales. En cambio, Miguel Alemán Velasco abandonó el Consejo cuando fue elegido senador, primera escala hacia su meta de ser gobernador de Veracruz, aspiración que consumó en la dorada época priista en que no había estorbosos oposicionistas clamando respeto al voto.

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