Paulette: un mes de misterio
Había seis personas en el departamento de Huixquilucan, el domingo 21 de marzo. Pero por la mañana, sólo había cinco, una de ellas, menor de edad.
El viernes se cumplió un mes de que autoridades de la Procuraduría del Estado de México hallaron muerta a la niña Paulette Gebara Farah, junto a su cama, y hasta ahora las investigaciones no reportan mayores avances que los conocidos.
Había sido reportada como desaparecida. Arlette Farah, tía de la menor, envió correos y subió la foto de la niña a Twitter pidiendo ayuda. La noticia corrió como pólvora en el ciberespacio. Posteriormente, Arlette daba entrevistas a los medios para informar del caso.
Lizette Farah, la madre, aseguraba que no tendría represalias contra quien tuviera a la niña. No lloraba, pero se veía nerviosa en los videos y repartió volantes con la cara de Paulette, mandó poner espectaculares, anuncios en la televisión y en el transporte público.
Mauricio Gebara, el padre, tampoco derramaba lágrimas cuando se le preguntaba sobre su hija.
Pero fue hace un mes que las investigaciones dieron un vuelco. De víctimas, los padres de la niña cayeron en inconsistencias en sus declaraciones, por lo que fueron arraigados en un hotel bajo supervisión de la Procuraduría mexiquense. La madre era la principal sospechosa, según la dependencia.
Éricka y Martha Casimiro, las nanas de Paulette, también fueron sujetas a la misma figura.
La sociedad especuló en torno a todos: la madre no lloraba en las entrevistas, el padre salió del departamento durante las primeras horas de la investigación, las nanas la vendieron...
Se intentó conocer avances de la investigación y personal de comunicación social del Estado de México dijo que no habrá comentarios por el momento en torno al caso Paulette.
Pero lo más dramático de la investigación estaba a punto de revelarse. El cuerpo de la niña fue hallado la madrugada del 31 de marzo en su misma cama, el mueble desde donde su mamá dio entrevistas y peritos de la Procuraduría local entraron con perros policías para olfatear y no hallaron rastro.
Al principio, se manejó la versión de que el cadáver estaba adentro de una bolsa plástica negra, pero finalmente se supo que la niña estaba envuelta entre sábanas ensangrentadas en un espacio entre su cama y el pie de la misma.
Una amiga de Lizette Farah y su esposo durmieron en ese lugar mientras la niña estuvo desaparecida. Reporteros también entraron al sitio y las nanas recrearon cómo tendieron la cama en los días de incertidumbre.
Dicen que la niña no estuvo ahí cuando tendieron la cama.
Además, el procurador Alberto Bazbaz habló al principio de un "homicidio" en el caso Paulette, pero como según reveló el periodista Carlos Loret esta semana, las conclusiones podrían apuntar a un accidente de sábanas de la propia menor, quien, cabe recordar, que sufría discapacidad motriz y de lenguaje.
Avances de la investigación
Martín Gabriel Barrón, profesor del Inacipe y criminólogo, realizó un análisis de la necropsia de Ley en el cadáver de Paulette Gebara Farah, presentado por la PGJ del Estado de México, con fecha del 31 de marzo de 2010*