Los policarbonatos son plásticos muy duros, utilizados para fabricar mangos de destornilladores, lentes resistentes, faros de automóviles, DVDs y CDs, botellas de agua y refrescos y otros productos duraderos
Los plásticos duros, a diferencia de lo que se pensaba, se biodegradan en el mar, donde liberan grandes cantidades de bisfenol A, un componente químico que altera el sistema endocrino y que puede tener graves consecuencias para la vida marina.
Así lo afirman científicos japoneses de la universidad de Nihon en Chiba, cerca de Tokio, en un estudio presentado en la 239 reunión nacional de la Sociedad Química Americana, que se celebra en San Francisco (EU).
"Nos sorprendió bastante descubrir que el policarbonato plástico se degrada en el medioambiente", señaló el autor principal del estudio, el químico Katsuhiko Saido.
Los policarbonatos son plásticos muy duros, utilizados para fabricar mangos de destornilladores, lentes resistentes, faros de automóviles, DVDs y CDs, botellas de agua y refrescos y otros productos duraderos.
El hallazgo viene a desmentir la creencia de que los plásticos duros se mantienen sin cambios en el entorno durante décadas o siglos.
La biodegradación de estos plásticos "libera bisfenol A" al medioambiente, explicó Saido, quien añadió que otra fuente de esta sustancia es la pintura plástica de resina epóxica.
Cada año se utilizan millones de litros de resina epóxica para sellar los cascos de los barcos y protegerlos de la oxidación y de los moluscos.
Saido y su equipo analizaron arena y agua de mar de 200 lugares en 20 países, principalmente en el sudeste de Asia y en América del norte, y comprobaron que en todos los casos contenían cantidades "significativas" de bisfenol A, que iban de 0,01 partes por millón (ppm) a 50 ppm.
Y concluyeron que las principales fuentes de esta sustancia son los policarbonatos y los revestimientos de resina epóxica.
El químico japonés y sus colegas de la universidad de Nihon ya habían demostrado en 2009 que los plásticos ligeros de espuma blanca se descomponen con rapidez a las temperaturas de los océanos, dejando tras de sí sustancias potencialmente tóxicas.
Ahora, los científicos añaden los plásticos duros y las resinas epóxicas a los plásticos que se deshacen a bajas temperaturas como las de los océanos.
"Cuando se deshace la resina epóxica libera bisfenol A, un típico disruptor endocrino" capaz de alterar el sistema hormonal, explicó Saido, quien recordó que estudios recientes han demostrado que los moluscos, los crustáceos y otros anfibios pueden verse afectados por esta sustancia, incluso a bajas concentraciones.
Los desechos de plástico están cada vez más presentes en el medio ambiente debido a la proliferación de la basura y pueden ser arrastrados por los ríos a los océanos.
Cada año hasta 150.000 toneladas de desechos de plástico son arrastradas a las costas de Japón, mientras que grandes extensiones de basura plástica flotan en los océanos.
La llamada isla de basura del Pacífico, situada entre California y Hawai, tiene dos veces el tamaño del estado de Texas (cuya superficie es de 696.000 km2, frente a 500 mil de España) y está formada sobre todo de residuos plásticos.
Debido a las bajas temperaturas a las que se biodegradan, "los residuos marinos de plástico constituirán durante mucho tiempo en el futuro una fuente global de contaminación de los océanos", advirtió Saido.
Según los científicos, la exposición a distintos niveles de bisfenol causa alteraciones del sistema endocrino, al comportarse como la principal hormona femenina, los estrógenos.
Estas sustancias se hallan en los plásticos de los biberones y en botellas de agua y refresco, entre otros productos de consumo humano, lo que ha desatado una polémica sobre su uso.