Padre golpeador. Legarreta recibiría 5 años de cárcel.
Desde la tarde del miércoles la casa del Padre Legarreta se encuentra rodeada por la policía. Para extrañeza de los vecinos de esta pequeña comunidad agrícola, afuera de la vivienda se han instalado dos agentes estatales armados con rifles de asalto que vigilan a todo el que llega y sólo permiten que familiares directos del cura puedan ingresar.
El sacerdote Felipe de Jesús Legarreta Castillo está cumpliendo un arraigo domiciliario en espera de que un tribunal lo condene la próxima semana, cuando podría ser sentenciado hasta a cinco años de prisión.
Junto a su hermano Noé, el religioso católico fue declarado culpable del delito de lesiones, en su modalidad agravada.
Los Legarreta atacaron a Juan Gabriel Tarango Robles en venganza, luego que atropellara a la madre de éstos. La represalia que tomaron junto a un tercero que los acompañaba fue tan brutal que dejaron incapacitado de por vida a un hombre de 42 años, quien estuvo una semana en coma y a la fecha no puede hablar, caminar o comer por sí mismo.
El caso inició en la ciudad de Meoqui, Chihuahua -situada a 70 kilómetros al sur de la capital- en julio del 2009, cuando, en estado de ebriedad, Tarango atropelló a la señora María Castillo de Legarreta, madre del religioso.
Según se detalló durante el juicio que duró poco más de un año, el accidente fue sumamente aparatoso y la mujer quedó bajo la camioneta que la arrolló.
Los acusados estaban en el sitio y corrieron a ayudarla, sin embargo al verla tan lesionada perdieron el control y bajaron al conductor por la ventanilla y lo golpearon contra el pavimento para luego, ya tirado en el piso, patearlo en la cabeza y tórax.
Un Tribunal Oral, que está integrado por los jueces Bernardo Moreno, Jorge Rohana y Martha Patricia Porras, determinó que el cura y su hermano Noé Legarreta son culpables del delito de lesiones.
