Todo sobre la Bogue
El primer día que llegó a su casa ya convertida en mujer, su madre la recibió con una advertencia: “En mi casa yo no quiero pu...”.
Ese día la recién surgida Alejandra Bogue optó por hacerle caso a su madre. “Tenía yo 25 años. Durante todo ese tiempo me había costado mucho trabajo llegar al punto de ser Alejandra. Yo me pregunté: ‘¿Para qué tanto esfuerzo? ¿Para venderme por diez pesos? Pues ni aunque fueran diez millones’”, dice la actriz.
Bogue, actualmente protagonista del montaje mexicano de la obra de Pedro Almodóvar Todo Sobre mi Madre, se refiere a una época en que los matrimonios entre homosexuales, por decir un ejemplo, eran impensables y las oportunidades para la diversidad de género se reducían a una cosa: conseguir una buena esquina.
Comenzó a trabajar en antros durante la década de los 80 y luego comenzó a hacer teatro de cabaret. Tuvo un debut fugaz en teatro universitario con una obra de Bertolt Brecht y en los 90 se integró a Desde Gayola, un colectivo de humor mordaz y satírico que criticaba lo mismo a la iglesia que a las actrices que llegan a ser una estrella más por sus aptitudes en el colchón.
Lejos está aquel riesgo de haberse quedado en una esquina pero aun así, Alejandra Bogue recuerda nítida la voz de su madre con la advertencia que le hiciera aquel día en que llegó como mujer.
Por eso mismo disfruta a “Agrado”, el personaje que interpreta en Todo Sobre mi Madre cuyo estreno será el 27 de marzo.
´ La frase más recordada de Agrado, tu personaje en la obra es: “Uno es más auténtico cuanto más se parece a lo que ha soñado”. ¿Te identificas con ella?
¡Es la frase que define mi vida! Desde que la vi en la película esa sentencia me ha descrito en todo lo que hago porque sí, creo se debe ser congruente con el concepto que tenemos de nosotros mismos.
´ ¿Qué tan lejos estás de ser lo que sueñas ser?
Muy cerca. Precisamente con “Agrado” me doy cuenta de que ella tuvo la oportunidad de “hacerla en la vida”, de triunfar, pero no pudo. Si yo no hubiera sido fiel a mi esencia, no hubiera florecido como lo hago ahora. Me doy cuenta de lo afortunada que he sido porque no me quedé en una esquina, que es la realidad de muchas transgénero. El personaje de “Agrado” me ha ayudado a sacar mis propios demonios.
´ ¿Te acuerdas del momento en que te escapaste de “quedarte en una esquina para toda la vida”?
Fue a los 25 años; yo llevaba más de la mitad de mi vida definiendo qué haría. Y sabía que la esquina era un riesgo, estuve muy cerca de esa realidad. Y me pasó por la mente tomar esa decisión. Pero si hubiera caído en eso, seguramente ya no estaría en este mundo.
´ Estuviste en Desde Gayola, y ahora tienes tu programa en Telehit (Qué Show con Alejandra Bogue). Parece que ya nadie se espanta con el humor ácido.
En mi show de Telehit me permiten sacar mis demonios; pero sé que estoy en una rueda de la fortuna y que nunca se detiene. Ahora la gente está abierta a nuestra propuesta pero me toca a mí ponerme límites. No por ver puntos de rating voy a perder categoría. Hasta para la vulgaridad hay que tener categoría.
´ Has mencionado dos veces a tus demonios, ¿cuáles son esos demonios?
Uno de mis personajes en el show es una crítica a mí misma por caer en la fama. Y como dice “Wendy Citlali” (otro personaje), a la que defino como una guerrera del glamour, ‘no somos ni la gran cag... somos como cualquier persona’.
“Otro demonio es que yo estoy loquísima; pero no es una locura de neurótica, mi demonio es pasivo depresivo y en eso se parece a la ‘Agrado’, que todo el tiempo está para servir a los demás. A veces eso cansa y entonces me deprimo y me pongo a llorar.
´ ¿Te sientes incomprendida?
Al contrario, como dice ‘Agrado’, “me he partido la ma... yo solita”. Pero no me estoy quejando, sé que tengo un trabajo importante y vivo con mi madre no por obligación sino porque me gusta y tenemos una gran comunicación.
´ Y si tu vida fuera una obra de teatro, ¿qué género sería y cuál sería la gran escena final?
Sería una comedia y en la escena final aparecería Alejandra Bogue extendiendo las alas del talento y del corazón.