Una carta asegura existencia de un tesoro
Éste se ubicaría en el Bolsón de Mapimí; un buscador de estas riquezas asegura que algunas persona ya han tenido éxito y algo han encontrado en la zona.
Una supuesta carta fechada en Barcelona, España, en el año de 1811, escrita por el fraile Pedro de Loyola, habla de un tesoro oculto en la región conocida como Bolsón de Mapimí, por parte de los españoles que huyeron cuando estalló el movimiento de la Independencia, iniciado por el cura Miguel Hidalgo y Costilla, a quien se le tacha de maldito, por parte del fraile en su misiva.
Jorge Alonso Escobedo Reyes, aficionado lerdense a buscar tesoros desde hace más de 40 años, cuenta con una copia de la carta que tiene fecha del 20 de enero de 1811 y está dirigida al señor Cipriano Lozoya, con domicilio en Orizaba, Veracruz.
COINCIDENCIAS
La carta cita puntos de la región que son reales, de acuerdo a lo manifestado por el ingeniero Escobedo Reyes, quien cuenta con información sobre varias historias o leyendas de tesoros ocultos en distintas partes de la Comarca Lagunera y otras regiones del país.
Escobedo Reyes ha llevado al cabo innumerables visitas a distintos lugares donde se supone o se cree que hay tesoros escondidos hace muchos años y asegura que algunos buscadores sí han logrado tener éxito en sus expediciones.
LA HISTORIA
Respetando el estilo de redacción de la nota del fraile Pedro de Loyola, se transcribe: "Nunca mejor la ocasión que la presente para manifestarle a Ud. un asunto de la mayor importancia.
"Yo tal vez no me será posible volver a ese país donde felizmente viví y hubiera vivido, pero los motivos de la revolución de independencia, que en ese tiempo fue estallada por un tal Hidalgo, que no dudo conocerá por qué entre esa gente es inmortal y para nosotros los españoles es un maldito porque nos estropeó nuestros intereses...
EN ESTA REGIÓN
"Puede que la casualidad lo lleve, amigo mío, a una comarca feliz y feraz (fértil), conocida como Bolsón de Mapimí.
"En ese punto, voy a darle pormenor que paso a referirle: Estando allá, hay un cerro conocido como La Bufa.
Estando en ese cerro arriba, con la cara puesta para donde sale el Sol en el mes de mayo, en el otro extremo se ve la explanada y hay una sierra que domina esa altura y junto a esa sierra otros dos cerritos retirados uno de otro a una distancia no lejana, independiente siempre de la montaña.
MINERAL DE MAPIMÍ
"El punto que debo citarle tiene el nombre de Antiguo Mineral de Mapimí. En los dos cerritos, el del lado poniente tiene el nombre de Guadalupe y hacia ese mismo lado, el poniente, tiene una mediana gruta que estando al pie de dicho cerro, con la espalda para donde el Sol se pone, se cuentan para arriba 20 varas (80 centímetros) para el frente de la gruta y estando allí hay una excavación en la que a tres varas se encuentran cuatro cajas que contienen alhajas de oro y plata, de nuestra Santa Madre Iglesia. También la osamenta de cuatro mulas que en varios viajes condujeron allí monedas de oro y plata en 200 cajas con la gran imagen de nuestro buen rey Carlos V.
"A FE DE CRISTIANO"
"Estos datos los transmito, amigo mío, a fe de cristiano que es cierto. Cuando nosotros pasábamos por allí de huida con nuestros bienes, no quisimos que los insurgentes dispusieran de nuestros bienes, depositando en dicho cerro la mayor parte de ellos, siendo estos los pormenores principales que le doy a usted, vaya por allí teniendo mientras esté a tiempo, la fortuna de encontrarlos. Esto que le digo es verdad."
Hasta ahí termina la carta que el fraile Pedro de Loyola le envía a su amigo de Orizaba.