Armas. Al iniciar la gestión se cotejaron poco más de 3 mil piezas, y para 2010 ascendieron a casi 40 mil. EFE
El Gobierno de México ha intensificado el rastreo de armamento decomisado al crimen organizado. Al iniciar la gestión se cotejaron poco más de 3 mil piezas, y para 2010 ascendieron a casi 40 mil, que fueron consultadas con bases de datos estadounidenses. Con dicha información se está creando un registro binacional con los nombres de compradores y vendedores, como estrategia para frenar el tráfico ilegal.
Un informe de la embajada de Estados Unidos en México, elaborado en marzo de este año, destaca así una de las acciones que se han adoptado a través de la Iniciativa Mérida en el combate al tráfico de armas, que incluye la capacitación de 110 agentes de la Policía Federal (PF) y de la Procuraduría General de la República (PGR) para investigar casos de arsenal que es adquirido por los cárteles para ampliar su capacidad de fuego.
En el reporte no se hace alusión al fallido operativo Rápido y furioso, a través del que agentes de la Oficina para el Control de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) presuntamente toleraron el ingreso ilegal de cerca de 2 mil armas de alto calibre a México para desmantelar a una red de traficantes, lo que derivó en una investigación en ambos países y que está en curso.
El documento afirma que los dos países trabajan para detener el flujo de armas en ambos lados de la frontera y poder enjuiciar a los responsables.
Una de las estrategias es el proyecto Armas cruzadas, en el que agentes mexicanos y de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) realizan intercambio de información y que, desde su implementación en 2007 hasta la fecha, permitió la incautación de mil 880 armas, cerca de 8 millones de dólares, más de 206 mil municiones y la detención de 257 personas en ambos países.
Pero uno de los proyectos más ambiciosos es la E-Trace, una base de datos de Estados Unidos que permite a México rastrear las armas que decomisa al crimen organizado, para determinar dónde fueron adquiridas y quiénes fueron los compradores, ya que 90% de las aseguradas en México provienen de ese país.
En el documento se revela que mientras en 2007 sólo se siguió la pista de 3 mil 216 armas, para el año siguiente la cifra sólo llegó a 7 mil 194.
Sin embargo, con la nueva tecnología para cotejar datos, en 2009 se lograron rastrear 28 mil 415 piezas y en 2010 se alcanzó el récord de 39 mil 369.
El rastreo de estas armas ha permitido que desde mayo de 2010 se elabore una lista binacional con los nombres de los sujetos identificados como "compradores paja", que adquieren armas en Estados Unidos para entregarlas a los cárteles, un archivo que también incluye datos de los vendedores en diversas zonas de EU.
Ante los resultados obtenidos a través de E-Trace, está en marcha un proyecto para que los 32 estados del país, la PGR y Plataforma México cuenten con esta tecnología.